Casa LJ30, finalista Obra del Año 2019
Ubicación: Jalisco
Categoría Obra del Año: Vivienda Residencial
Arquitectura/Desarrollador: CDM/Casas de México
CIUDAD DE MÉXICO. Ubicado en el norponiente de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, en el municipio de Zapopan, el proyecto de Vivienda Residencial LJ30 fue elegido por el jurado de Obra del Año 2019 como finalista.
En esta casa se buscó incluir lo mejor de dos culturas: la mexicana y oriental, al crear un espacio en el que dialogan la hacienda mexicana y el feng shui taoísta.
Busca la innovación a través del acomodo espiritual de la materialidad. Los elementos usuales dentro de la arquitectura, como los espejos de agua, firepits, el acero y la madera, mutan a diferentes significados mediante la interpretación. Y a través de la transformación del lenguaje se innovó en una percepción distinta de la materialidad del espacio, dotándolo de armonía y significado propio.
El primer plano, es decir, el ingreso de la casa, cuenta con una fuente andaluz frente a una puerta de madera con doble hoja, que tan sólo es el preámbulo de un imponente árbol de magnolia instalado en el centro de la construcción.
LJ30, a detalle
Categoría Obra del Año: Vivienda Residencial
Categoría Obra del Año: Vivienda Residencial
Categoría Obra del Año: Vivienda Residencial
Categoría Obra del Año: Vivienda Residencial
Categoría Obra del Año: Vivienda Residencial
El espacio público, el área de estar y de terraza, están divididos por un gran cubo de madera que esconde el bar en su interior. Es el área de convivencia social del proyecto, donde los momentos de compañía son enmarcados por una masa arbórea que se funde con el espacio abierto y recrea el elemento madera. Esto completa el mapa Bagua y delimita un espacio donde conviven dos ideas de distintos mundos, pero perfectamente armonizadas.
En general, LJ30 se percibe como una obra donde cada espacio está sumamente cuidado en tener su identidad y a la vez en dialogar con los demás, logrando un proyecto conectado a través de las atmósferas y la relación de espacialidad.
El claro ejemplo de lo anterior es el ingreso, pues cuenta con una textura rocosa que es lo opuesto al cuerpo de agua, lo que resulta en un preámbulo de la gran diversidad de materialidad, como el acero de la escalera y la madera oculta del cubo bar.
Al sumar todo lo anterior, el resultado es un proyecto con identidad propia para que los habitantes se desarrollen en un espacio armónico.