Sedatu: la política de vivienda solo contempla 30% de construcción nueva
CIUDAD DE MÉXICO. El 30% de las 6 millones de acciones de vivienda que contempla ejecutar la actual administración se concentrará en unidades nuevas, así está previsto en la Política Nacional de Vivienda (PNV) que se planea presentar a finales de noviembre, aseguró Carina Arvizú, subsecretaria de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedena).
En los últimos 30 años las ciudades crecieron 2.3 veces más rápido, "algo que es insostenible", dijo la funcionaria durante su participación en el Foro para la Transformación Urbana. Mejores Ciudades para Todos, que organiza WRI México. Para abatir esa situación, la Sedatu propone impulsar, entre otros temas, la "vivienda adecuada", un concepto que por primera vez se manejará en la PNV.
Arvizú explica que hay que entender que existen "diversas formas de ocupación", pues hay quienes son propietarios, pagan hipoteca o rentan. Y también hay necesidades "de distintos grupos poblacionales". Por ello, 70% de las tareas se concentrará en la ampliación, el mejoramiento y otras modificaciones a la vivienda.
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El enfoque de la política ya no será "sólo producir y producir vivienda nueva", expresó la subsecretaria. Puso como ejemplo el tema de la autoconstrucción, en el que la Sedatu planea promover asesoría e instrucción técnica.
Otro de los frentes que incluye la PNV es ampliar las fuentes de financiamiento para dar acceso a las distintas personas que ahora no las tienen.
La subsecretaria anotó que cada año se integran 90,000 lotes irregulares, que representan la expansión de las ciudades, por lo que la PNV hará énfasis en la ubicación, accesibilidad y disponibilidad de servicios.
La oportunidad en vivienda en renta está latente
Durante su participación en el foro, Adriana Lobo, directora ejecutiva de WRI, hizo notar que el financiamiento a la vivienda en renta "sigue sin aparecer" en los programas de financiamiento público y, por ende, tiene "grandes oportunidades".
Lobo mostró que por mucho tiempo los recursos públicos se encauzaron a la vivienda nueva y de 2010 a 2018 la vivienda usada ganó apenas 25% del financiamiento.
