Esta problemática, aunada a la homologación de actividades con Estados Unidos y Canadá y la urgencia por reactivar la golpeada economía mexicana, llevó al gobierno a tomar la decisión de crear protocolos y estrategias para que las industrias laboren, a pesar de que México aún registra un gran número de contagios diarios.
“Nosotros insistimos, no desconociendo que la pandemia está en la cúspide de contagios, por lo que hemos pedido que se haga de manera gradual. Si vemos que no estamos abonando a que se acabe el contagio, daremos marcha atrás”, indica Leal en entrevista con Obras.
El presidente de la CMIC, así como Ricardo García de León, de la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción (AMIC), celebraron la reincorporación del sector, ya que consideran que a corto plazo se verá reflejada de manera positiva en la economía mexicana.
Sin embargo, consideran que no es suficiente para sanar a la industria en su totalidad, ya que antes de la pandemia acarreaba un debilitamiento de casi dos años atrás. “Ya que reactivamos la industria tenemos que reactivar la contratación de Mipymes, no hay trabajo para ellas, están desocupadas en 80% en el país”, detalla García de León de la AMIC.
Su propuesta es hacer 200,000 contratos de pequeñas obras para que estas compañías puedan recuperar su flujo de efectivo y pagar a los trabajadores, por lo que han tenido pláticas con la Secretaría de Desarrollo Territorial y de Comunicaciones y transportes, sin embargo, hasta el momento no hay una respuesta satisfactoria.
García de León también propone mayor agilidad en los protocolos de la industria, sobre todo a gobiernos estatales y municipales, para que los trámites se puedan realizar con más velocidad. Además de adoptar procesos en línea; “si seguimos con los mismos trámites no podemos hacer un desarrollo de vivienda y esperar cuatro o cinco meses el obtener los permisos porque ya nos urge a todos trabajar”, agrega.
Leal detalla que también es necesaria la inversión de más recursos públicos en materia de infraestructura, además de darle prioridad a empresas mexicanas para trabajar en los proyectos gubernamentales.
En el caso de la AMIC hay 1,500 empresas que están listas para reanudar operaciones, debido a que antes de la pandemia de COVID-19 contaban con contratos firmados o, incluso, ya habían comenzado con obras en sitio. Sin embargo, hay aproximadamente 2,000 que están a la espera de contrataciones.
Las actividades en las que se prevé comience a activarse la industria es en la construcción de vivienda, edificios multiusos, centros comerciales, desarrollos industriales, hoteles, entre otros. Además de proyectos en la industria pública que ya estaban pactados. Según datos recabados por el observatorio de la CMIC en transparencia presupuestaria de la Secretaría de Hacienda, existen alrededor de 1,800 contratos firmados durante el primer trimestre del 2020, de los cuáles 1400 corresponden a la SCT.