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El empleo en construcción está en mínimos históricos

Además de que las construcciones están paradas por la emergencia sanitaria, muchos trabajadores del sector tenían contratos eventuales.
jue 30 abril 2020 05:00 AM
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Hasta el 25 de abril se registraron 300 mil personas de la industria sin empleo.

El impacto económico por COVID-19 se está materializando en la industria de la construcción. A nivel nacional, más de 80% de las empresas tuvieron que frenar sus operaciones, en su mayoría pequeñas y medianas (pymes) que generan la mayor parte de los puestos de trabajo.

Según datos de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), este sector genera más de 6 millones de empleos en el país (entre permanentes y eventuales) y beneficia a más de 180 subsectores de la economía, gracias a su efecto multiplicador, además de que produce un impacto positivo en una gran cadena productiva.

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Al 25 de abril, la dirigencia de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) contabilizaba 300,000 trabajadores del sector sin ingresos económicos debido a que las mipymes que los contrataban no tienen recursos suficientes para seguir pagándoles.

“A principios de mayo llegaremos a 500,000 empleos perdidos, cifra que seguirá creciendo. Tenemos un problema muy grave, es crítico que las empresas estén perdiendo el talento humano”, asegura Eduardo Ramírez Leal, presidente de la CMIC.

Asimismo, de las 3,500 mipymes asociadas a Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción (AMIC), 80% está sin realizar actividades debido a la emergencia sanitaria, de las cuales por lo menos 20% ha tenido que recortar puestos de trabajo, reporta su presidente Ricardo García de León.

Por su parte, José Armando Arias, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción, Terraceros Conexos y Similares de México, calcula que hay 100,000 trabajos directos activos, cifra que cuando concluya la contingencia podría disminuir a 50,000.

“Estamos en cifras históricamente mínimas. En julio de 2019, el Inegi reportó más de 4 millones de empleos correlacionados con la industria de la construcción, de los cuales 1.8 millones eran directos”, asegura.

Ante esta problemática, los líderes gremiales hacen propuestas concretas para reactivar la generación de empleos.

No más adjudicaciones directas

El dirigente de la CMIC hace un llamado al gobierno federal para que “cualquier recurso público que se ejerza entre a concurso, no sea asignado mediante adjudicaciones directas. Hoy más que nunca pueden hacerse licitaciones vía electrónica. Muchos de los contratos pueden llevarse a cabo para que participen empresas de distintos tamaños y entidades federativas, en todo el país”.

Al respecto, CMIC envió una carta a la Secretaría de la Función Pública para pedir que no se detuviera el ejercicio de los recursos públicos.

Y es que el daño económico “no solo es para las empresas, también para el país si no existe un acuerdo nacional entre sector público y privado que privilegie el avance de la obra pública y el mantenimiento de la infraestructura existente”, reflexiona Ramírez Leal.

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Contratos pequeños de obra pública

Por su parte, la AMIC entregó una propuesta al poder ejecutivo desde hace aproximadamente un mes para que las empresas del sector de la construcción sean apoyadas por el gobierno federal al diferir los pagos tributarios tanto de seguridad social como de impuestos para que, con esos recursos, puedan mantener los gastos de su plantilla laboral.

A esa carta, AMIC recibió respuesta por parte de la secretaria de Bienestar y el secretario de Salud. La asociación sigue en espera de recibir instrucciones acerca de qué apoyos podría brindar al gobierno en esta contingencia.

En concreto, “ofrecemos el apoyo de 3,500 empresas de la construcción para robustecer la infraestructura en salud, educación y gobierno del país para hacer remodelaciones y adecuaciones”, asegura García de León.

Los albañiles tienen la desventaja de tener contratos eventuales. Ahorita no hay oportunidad de que migren a alguna obra. Por ello, la AMIC planea repartir 100,000 despensas a estos trabajadores a nivel nacional.

Pasando la emergencia sanitaria, la propuesta de la AMIC es que “se generen 200,000 pequeños contratos de obra pública (de entre 1 y 2 millones de pesos) para un número igual de mipymes de la construcción en todo el país, cuidando que sean bien distribuidos, para detonar la creación de 1 millón de empleos en un par de meses, sin contar los indirectos”, explica García de León.

Asimismo, estas empresas están disponibles para trabajar en el aeropuerto de Santa Lucía, las sucursales del Banco del Bienestar, que hoy están asignadas a las fuerzas armadas para su ejecución. Como constructores, podríamos realizar las obras y que el ejército atienda asuntos de seguridad.

“Seguramente la infraestructura se va a modificar, las prioridades serán otras. Quizás se anteponga una obra de salud a una pavimentación. Nuestros afiliados están preparados para reconvertirse a esas necesidades y listos para cuando las actividades se reactiven”, insiste.

Certificación y homologación de tabuladores

En opinión de Arias, los más afectados son los trabajadores dedicados a la obra civil. El problema que tenemos en México es que la industria de la construcción es informal, es decir, albañiles, herreros, carpinteros, incluso algunos tipos de electricistas y soldadores, no tienen un título técnico o registro que en otros países se otorga.

Ante ello, la propuesta del dirigente del sindicato es que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) otorguen una certificación a los trabajadores que tengan varios años cotizando bajo una misma categoría.

Arias urge a implementar un programa de reconocimiento de saberes aplicado a la construcción. “Muchos de los trabajadores son excelentes en lo que hacen y se están actualizando constantemente. Los empleadores están dispuestos a brindar entrenamiento in situ al personal nuevo, así que es una oportunidad para profesionalizar más al sector e incrementar el nivel de empleabilidad tanto en el país como en el extranjero.”

Asimismo, es necesario homologar los tabuladores con base en los catálogos internacionales de trabajo, indica el líder sindical.

Para finalizar, Arias destaca que “el gobierno federal debe cambiar su óptica para enfocarse en desarrollar proyectos viales, menos ‘faraónicos’ y más prácticos, al menor costo posible y que impulse el trabajo en empresas nacionales”.

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construcción Patrón Coronavirus Cuarentena Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción

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