En primer lugar, los organismos han solicitado que de manera preventiva, los grupos de trabajo o brigadas planteadas para atender a la población durante los movimientos telúricos, no incluyan a personas con comorbilidades o mayores de 60 años que puedan hacerlas más vulnerables a los contagios de coronavirus, además de tener listo equipo de protección —cubrebocas, careta, overol, guantes, zapatos de seguridad, entre otros—.
Además, se recomienda a la población en general que en la mochila de emergencia se cuente también con accesorios de prevención de transmisión de COVID-19, y al momento de evacuar inmuebles, mantener la sana distancia. También buscar espacios abiertos y seguros.
Mientras que a las instituciones se les recomienda revalorar distribución de albergues y generar un mecanismo de atención a refugiados que tengan síntomas de COVID-19.
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En el caso de los hospitales, una de las áreas más sensibles durante la pandemia, la recomendación cambió por completo, ya que la instrucción es que no deben ser desalojados “o ya deben tener delimitada una zona de confinamiento exterior”. Posteriormente, se le debe dar prioridad a la revisión estructural de los hospitales COVID-19.
Para los equipos de voluntarios que realicen estas tareas se debe proveer además de los aditamentos básicos, servicios de sanitización de vehículos y equipos, y elegir herramientas que permitan hacer inspecciones a distancia.
