“COBOD comenzó con la impresión de construcción en 3D en 2017, y construimos el primer edificio impreso en 3D de Europa, hicimos la receta de concreto nosotros mismos. Tuvimos que usar mucho cemento para que el material funcionara, con la consecuencia de que nuestra receta no fue tan eficiente como esperábamos”, dijo Henrik Lund-Nielsen, Fundador y Gerente General de COBOD International.
Los materiales que suelen utilizarse en las impresoras 3D son morteros especializados, elegidos por ser más flexibles, pero con el objetivo de hacer aún más accesible la impresión de viviendas, se inventó D.fab, que consiste en dos elementos distintos.
El primero se basa en químicos específicos que se agregan a la planta dosificadora y hace el material más fácil de bombear. El segundo, se agrega en el cabezal de las impresoras de Cobod, lo que acelera el curado.
El uso de los aditivos solo representa 1% de la mezcla total, el resto puede ser abastecido con materias primas locales y cemento de cualquier marca. Cemex explica que al usar este método, el costo de los materiales para imprimir un inmueble se reducen hasta en 90%.
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Los componentes ya fueron utilizados en la primera vivienda producida con impresora 3D en Luanda, capital de Angola, con el constructor Power2Build. La obra mide 53 metros cuadrados, con un costo total de 1,000 euros por las materiales usados.