“HiiROC desarrolló una tecnología que utiliza electrólisis de plasma térmico para convertir biometano, gas residual o gas natural en hidrógeno a menor costo que soluciones competidoras y sin huella de CO2”, informó Cemex en un comunicado, “produce de manera eficiente hidrógeno de alta pureza y carbono negro limpio a temperaturas y presiones altas”, agregó.
La cementera no reveló el monto de la inversión.
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En su estrategia han abordado distintos esfuerzos como sumarse a la iniciativa de la Asociación Global del Cemento y Concreto (GCCA por sus siglas en inglés) que buscan, a nivel global, reducir los contaminantes en las siguientes décadas, iniciando con la sustitución de clinker por otros agregados, como cenizas.
Cemex, también se alió con Volco para aumentar la electromovilidad en su flotilla de distribución de productos, comenzando con comunidades en Europa y con el objetivo de utilizar este tipo de vehículos en 100% de su transporte.
Como resultado de las acciones y reflejo al mercado crearon Vertua, una línea de materiales fabricada con menor emisión de carbono (hasta en 30%).
El camino no ha sido sencillo, sobre todo en países que no tienen regulaciones claras en materia medioambiental, como en México, en donde hay falta de lineamientos sobre la separación de residuos y pocos incentivos al uso de energías limpias.
“En México se separa el vidrio y el plástico para reciclaje porque son un mercado importante, pero el resto de la basura se va a rellenar un hueco y eso podría valorizarse como combustible o materia prima alternativa”, dijo Vicente Saisó, director corporativo de Sustentabilidad de Cemex, en entrevista con Obras y Expansión en marzo del año pasado.
