No tenían la posibilidad de mudarse a otro lugar, por lo que continuaron con el mismo espacio, pero con miedo de las cuarteaduras, hasta que en 2019 el gobierno local los buscó para hallar la manera de solucionar su problema.
La historia la cuentan Cristina y Virginia en el porche de su nueva casa, a seis kilómetros de donde vivían. Su hogar, donado por New Story, Échale, eXp y las autoridades municipales, les fue entregado a finales de 2021.
Se mudaron de inmediato luego de años de espera y se adaptaron en sólo unos días. “La verdad fue una gran ayuda, ya tenemos ahora sí en donde estar. Nos gusta mucho. Antes estábamos todos juntos en un solo cuarto de block, más chico, y con cocina de tablas”, cuenta Cristina.
Su historia es parecida a la de 85 familias más que pudieron acceder a una de las 100 viviendas construidas por la colaboración y que a partir de este año ya pudieron mudarse por completo al nuevo fraccionamiento.
La vivienda
Para las organizaciones no sólo era importante dar una vivienda, sino hacerlo de forma sustentable y de acuerdo a las necesidades de las personas.
Después de hacer talleres con los participantes del programa para conocer la manera en la que habitaban sus hogares planearon la edificación de hogares con un porche, dos recámaras, una sala comedor, cocina al interior y un patio trasero.
Para la edificación utilizaron ladrillos, block tradicional y Ecoblock, un material creado por Échale, que está conformado por 90% tierra local y 10% de concreto, que de manera compactada crea un componente térmico, ecológico y cuatro veces más resistente.

Las construcciones de frente, de color arena, parecen pequeñas. Tienen un porche en donde los vecinos se reúnen a platicar o a ver jugar a los niños en el patio central.
La señora Patricia da la bienvenida a las personas que quieren conocer el inmueble por dentro. Todavía no tiene una puerta, pero una cortina recibe a los visitantes, así como con plantas en la entrada.