Materiales más afectados
Acero: Los intercambios de acero entre ambos países han estado en el ojo de las políticas mercantiles desde 2024, cuando Estados Unidos planteó un arancel de 25% a los productos provenientes de México que no fueran mexicanos. Este año la amenaza no es particular al material, sino dentro de la promesa de aplicar esta tarifa adicional a todos los productos.
Para Carlos Alberto Bautista Pérez, especialista de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle, esta medida sacaría del negocio al metal, a pesar de tener una alta calidad y un precio inferior al estadounidense. La medida afectaría de manera profunda a la producción en el país, pero en caso de que el gobierno federal respondiera, también pondría en aprietos a la industria vecina, debido a la cantidad de acero que exportan al país.
México es un país que adquiere más acero del que vende. En 2023, de acuerdo a la Secretaría de Economía, hubo 9,828 millones de dólares de ventas internacionales y 13,049 millones de dólares de compras. Del total de exportaciones, 82.5% fueron para Estados Unidos, por 8,106 millones de dólares.
En el caso contrario la cifra es baja, pero significativa. En 2022 Estados Unidos exportó 21,800 millones de dólares en manufacturas de fundición, hierro o acero a todo el mundo. El segundo país con mayor recepción fue México con 6,820 millones, 31.2% de su mercado.
Con aranceles, los costos del acero mexicano podrían superar ampliamente los precios del acero local estadounidense, dificultando su competitividad. Esto afectaría no solo a los productores mexicanos, sino también a industrias estadounidenses como la automotriz y la de maquinaria pesada que dependen del acero mexicano como insumo.
Cemento hidráulico: Aunque en este componente, como en el resto de materiales primordiales para la construcción está en una situación compleja, el panorama es más grave debido a que el país no compra producto como vende.
“En Estados Unidos la mayor parte de las construcciones llegan a ser de madera. En el caso, por ejemplo, de los edificios se hace con estructura metálica y una parte también de cemento. Pero, por ejemplo, en el caso mexicano aquí la mayor parte de lo que usamos es el cemento nacional, no es importado. Inclusive hasta los cementos blancos, cementos de resina que son también nacionales”, dice Carlos Alberto Bautista Pérez especialista de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle.
Este producto es fundamental para las exportaciones mexicanas, con Estados Unidos como su principal destino con 93.2% de lo que sale del país. En 2023, las ventas internacionales de cementos hidráulicos fueron de 236 millones de dólares mientras que las compras internacionales llegaron a los 49 millones de dólares.
En el caso de las exportaciones de Estados Unidos, en 2022 el país vendió 186 millones de dólares al exterior, de ello, 13 millones de dólares fueron a México. Las constructoras estadounidenses, que valoran el cemento mexicano por su calidad y precio, enfrentarían mayores costos de producción que podrían trasladarse al consumidor final, dice el especialista.