La tecnología que hizo verde al Periférico y fue premiada por el WEF
CIUDAD DE MÉXICO. Quien ha viajado por el Anillo Periférico de la Ciudad de México, ha visto desde hace un par de años los jardines verticales que envuelven algunas de las columnas que sostienen el segundo piso de esa vialidad. Algo que tal vez no es tan visible es la tecnología detrás de dicho proyecto, llamado VÍAVERDE.
Este proyecto de jardines verticales fue recientemente premiado por el Foro Económico Mundial (WEF) como un pionero en tecnología global y es un ejemplo de cómo la tecnología puede crear mejores condiciones de vida en ciudades con altos niveles de contaminación y densamente pobladas como la Ciudad de México.
El costo de la contaminación ambiental se estima en 226,000 millones de dólares a nivel global y soluciones como los jardines verticales pueden bajar hasta 4% anual las partículas PM 2.5, según estimaciones del centro de urbanismo de Nueva York.
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La Organización Mundial de la Salud recomienda que en centros urbanos, como la CDMX, existan nueve metros cuadrados de áreas verdes por habitante; sin embargo, la ciudad cuenta con un déficit de aproximadamente 40 millones de metros cuadrados para llegar a esta recomendación.
Fernando Ortíz Monasterio, arquitecto y fundador del proyecto VÍAVERDE, detalla que las tecnologías detrás del proyecto incluyen diversas patentes desarrolladas por mexicanos, como la estructura del jardín, la cual hace abatible y permite que periódicamente se le hagan chequeos; aislantes hechos de material reciclado para evitar la humedad con el concreto; riego automatizado y monitoreo remoto vía internet para conocer el estado constante de las plantas y sustratos hidropónicos.
“Los sustratos hidropónicos textiles, son el material que sustituye a la tierra y permite que las plantas puedan desarrollar sus raíces bidimensionalmente de manera vertical, estos sustratos textiles están compuestos al 100% por botellas de PET recicladas”, explicó.
Estos materiales son trabajados por mujeres y hombres en centros de readaptación social.
En cuanto al avance del proyecto, Ortíz Monasterio, cuenta que con VÍAVERDE se ha avanzado un poco en la cobertura de dicho déficit. La primera etapa del proyecto busca cubrir las 545 columnas que van debajo del segundo piso del periférico y hasta ahora se han cubierto 450. El arquitecto proyecta cubrir más espacios para cerrar este déficit de áreas verdes hacia 2030.
"En las próximas semanas se concluirán las restantes de la primera etapa. (...) Las siguientes etapas de VÍAVERDE consisten en seguir implementando este tipo de tecnología en diferentes puntos de la infraestructura urbana de la Ciudad de México buscando ser una pieza fundamental en el gran reto que representa lograr 40 millones de metros cuadrados de nuevas áreas verdes antes del 2030. Se comenzará la implementación de este modelo también en otros estados del país y otros países del mundo", dijo Ortíz Monasterio en entrevista.
En el tiempo que tienen existiendo estos jardínes verticales en la CDMX, algunos de los beneficios ambientales que se han generado, según su creador, son: mejor producción de oxígeno, mejora en la calidad del aire, reducción de ruido urbano y regulación térmica y mitigación del efecto isla de calor.
El emprendedor menciona que los fondos con los que se sostiene el proyecto han venido de aportaciones y fuentes privadas de financiamiento económicos que suman ya 200 millones de pesos.
Tras el reconocimiento del WEF, Ortíz Monasterio advierte que podrán expandir el proyecto a otras ciudades y en la lista hay ya una decena de nuevas urbes alrededor del mundo.