El mayor problema de la construcción de esta infraestructura férrea será el daño al ambiente y/o zonas arqueológicas en un 19%; la tala de árboles en un 9% y problemas a los inconformes en otro 5%, para un global 33%.
La encuesta fue elaborada por Buendía y Asociados entre el 20 y el 29 de noviembre a 1,300 personas mayores de edad en entrevistas cara a cara tanto en la zona del Tren Maya, 500, y en el resto del país, 800, con un margen de error del 3.10%.
El 60% tiene una percepción de que el Tren es una obra ultramoderna y 37% lo concibe como una máquina tradicional, dice la agencia EFE, citando los resultados de la encuesta.
El 81% ha escuchado hablar del proyecto en la zona donde será construido, mientras que en el resto del país, el conocimiento general sobre el mismo apenas llega al 61%, señaló la encuesta.
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Las comunidades indígenas -36% a favor y 48% en contra- son las más activas en cuanto a expresar y generar controversia sobre el Tren Maya, porque entre turistas, mexicanos y de otros países, el respaldo es del 74%, indica la encuesta.
Respecto al impacto del Tren Maya por sectores, se considera que los turistas serán los principales beneficiados, en un 83%, que será el gobierno de México en 82%, y los empresarios en un 81%; una media del 71% de los habitantes de los estados dijo que sienten que serán beneficiados.
