De acuerdo con un estudio de Nokia Deepfield, el uso de aplicaciones de videoconferencias en horario laboral aumentó 300% en Estados Unidos y 400% los videojuegos en línea. En redes sociales y mensajería registró un aumento de entre 117% y 217%.
En este momento, “las redes fijas están siendo críticas y sus servicios esenciales para enfrentar esta pandemia. Vemos cómo la infraestructura digital y de telecomunicaciones es fundamental para enfrentar situaciones de emergencia sanitaria”, señala Jorge Bravo, presidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi).
De manera particular, en la Ciudad de México disminuyó 15% el uso de datos móviles de principios de marzo a la fecha, mientras que aumentó 11% el consumo de datos a través de redes domésticas, de acuerdo con un informe de Google.
Antes de que fuera declarada la emergencia sanitaria, 27% de personas trabajaba a distancia de manera recurrente u ocasional en las grandes ciudades del país. A principios de mayo, esta cifra aumentó a 81%, que en este momento de la fase más crítica de la pandemia debe llegar a más de 90%, asegura Ernesto Piedras, tesorero del Instituto de Derecho de las Telecomunicaciones (IDET) y experto en telecomunicaciones. “Nos llevamos las empresas, las escuelas y las universidades a las casas, que están soportando bien con la infraestructura existente.”
Si bien no regresaremos al 27%, tampoco nos quedaremos en un alto índice de trabajo y estudio vía remota, estima Piedras, quien calcula que podría quedarse en un rango de 40 a 45%. En este sentido, opina, el punto a favor del coronavirus ha sido la digitalización en muchos ámbitos.
Las fortalezas
En los últimos 12 años las redes han tenido fuertes inversiones, por eso han soportado bien el tráfico. Ernesto Piedras estima que las cableras han invertido entre 15 y 20% para ofrecer el triple play (empaquetamiento de servicios y contenidos), mientras que los operadores móviles han impulsado la migración hacia 4G y una mejor cobertura.
De esta manera, es la primera vez en que la humanidad enfrenta una crisis global en un ambiente de hiperconectividad. Hace 11 años, con la influenza H1N1, ya había servicios móviles de banda ancha y fibra óptica, pero pocos usuarios navegaban en plataformas móvil.
Actualmente, según datos de IDET, hay 124 millones de líneas móviles, de las cuales 112 millones son smartphones. Muchos de los usuarios de prepago (que representan 82%) utilizan su teléfono móvil para conectarse.
La explosión en el uso de datos móviles ha sido de ocho veces en los últimos dos años y medio. En promedio, el uso de datos móviles es de 3 MB.