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El general Gustavo Vallejo: "Santa Lucía no pertenece a ningún partido"

El militar, que encabeza la construcción del Aeropuerto Internacional 'General Felipe Ángeles', trabaja con el reto principal de cumplir los plazos y lograr ahorros.
lun 31 agosto 2020 02:46 PM
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El general Gustavo Vallejo es el encargado de hacer al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles una realidad.

Luego de haber enfrentado al crimen organizado, brindado ayuda en los peores desastres naturales y asistido a mexicanos en todo el mundo, al general Gustavo Vallejo, en 2017, le llegó un poco de calma y decidió transmitir sus conocimientos a nuevas generaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) como director de la Escuela Militar de Ingenieros. Hasta que, en 2019, el gobierno federal le encargó una labor titánica y distinta a las desarrolladas por la institución en ese momento: la construcción del Aeropuerto Internacional 'General Felipe Ángeles', en Santa Lucía, Estado de México.

Aunque los trabajos de planificación y edificación no eran desconocidos ni para él ni para su equipo de ingenieros, la obra representaba particularidades complejas: presupuesto reducido, poco tiempo de ejecución y el foco de atención al tratarse de uno de los proyectos clave del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Vallejo aceptó el reto y a 310 días del inicio de la construcción habló con Obras sobre como ha desempeñado su tarea.

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¿Cuáles fueron sus impresiones al recibir la responsabilidad de realizar el nuevo aeropuerto?

La construcción del Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles es una alta responsabilidad para la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). El propio general, secretario de la Defensa Nacional, instruyó que se preparara al mejor equipo de ingenieros militares para cumplir esta misión. Sí es una alta responsabilidad, pero sobretodo es un motivo de orgullo poder participar en esta obra de ingeniería de gran envergadura.

¿Qué nuevos retos presenta este proyecto para la Sedena?

Efectivamente, el aeropuerto como todo aeropuerto de gran tamaño, como obra de infraestructura de gran tamaño, es un pararrayos político por la gran cantidad de actores involucrados, por la necesidad de grandes terrenos, la inversión pública y los múltiples factores que participan.

Además, es el escenario de la confrontación de dos sistemas de cómo se atiende el tráfico de pasajeros en el Valle de México, ya sea a través de un aeropuerto o un sistema de multi-aeropuertos, pero sobretodo es un proyecto de infraestructura nacional.

El aeropuerto será uno de los activos estratégicos más valiosos del Estado mexicano. Hay muchos retos, el principal evidentemente es el tiempo. Tenemos un tiempo reducido para materializar la obra, y no sólo materializarla, sino ponerla en operación. Que pase de ser una edificación nueva a que sea un negocio rentable, escalable y seguro.

Y la construcción del aeropuerto involucra también, dentro de este campo militar, la reubicación de 500,000 metros cuadrados de la base aérea militar, que se tiene que construir no solo al mismo tiempo, inclusive antes, para poder liberar espacios de la construcción de las instalaciones aeroportuarias.

Igualmente está implícita la adquisición de terrenos para tener una instalación aeroportuaria que pueda crecer y desarrollarse con el tiempo de acuerdo a un plan maestro y atender desde 20 millones de pasajeros, hasta un horizonte de 100 millones de pasajeros.

Técnicamente es todo un reto que involucra muchos factores: empresas internacionales de gran prestigio, las dependencias del gobierno federal que participan con nosotros, un gran esfuerzo de coordinación con la fuerza aérea del cuerpo de ingenieros del Ejército, despachos internacionales y por qué no, incluso también con la propia sociedad que vive en los alrededores del campo militar.

¿Por qué la Sedena es la encargada de construir el aeropuerto?

El proyecto es un asunto de seguridad nacional. Tiene dos vertientes, la civil y la militar. La presencia de las fuerzas armadas en este proyecto obedece a que es un asunto de interés público, de interés nacional. Primero porque en la Ciudad de México hay un aeropuerto que ya está saturado. Opera a niveles de saturación de casi 40%, lo que puede constituir un riesgo a los pasajeros, las tripulaciones, los trabajadores y la sociedad. Riesgo que actualmente es mitigado por la excelente operación que realizan los responsables del aeropuerto.

Por otra parte, porque hay poco tiempo de construcción y pocos recursos. Por el otro lado está también la vertiente militar. Santa Lucía es un campo militar de gran importancia para las fuerzas armadas.Es un centro logístico de operaciones para el Ejército Mexicano. Todo ello nos obliga a construir una instalación con rapidez y con secrecía en las operaciones.

Debo mencionar que el campo militar es una instalación estratégica, y que la secretaría está realizando la obra, por instrucciones del señor presidente, por administración directa, con nuestros recursos técnicos, humanos y materiales propios y con presupuesto que fue autorizado y está depositado en las cuentas de la Secretaría de la Defensa Nacional. Ello permitirá construir un proyecto sin interferencias y reducción de precios al no pagar utilidades e indirectos innecesarios.

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¿Cuáles son las ventajas y dificultades técnicas de hacer el aeropuerto en Santa Lucía?

Hay una gran ventaja técnica en cuanto a la orientación de este terreno. Ha operado la Base Aérea Militar No. 1 aquí por 70 años, sin ningún accidente por cuestiones de orografía. Conocemos perfectamente, con base en la operación de la fuerza aérea, más de 30 años de registro de dirección del viento, de componente, de humedad, de temperatura. Ello nos permite hacer un diseño adecuado de las pistas.

Por otra parte, el terreno. Estamos efectivamente en el gran lago de la Ciudad de México. Sin embargo, nos encontramos en los márgenes de ese lago. Nos permite encontrar un extracto duro y resistente a cuatro metros de profundidad en comparación con el proyecto anterior que estaba hasta 40. Ello evidentemente reduce muchísimo el gasto por cuestión de estructura de terraplén para las pistas.

Eso adicional a que el nivel freático del agua se encuentra a casi 70 metros de profundidad. No tenemos problema por estar trabajando en un nivel freático que tengamos el agua en las cimentaciones. También ayuda muchísimo a reducir los costos. Y estamos comunicados con minas, con terrenos, con espacios necesarios para el desarrollo, para la llegada de materiales, eso ayuda muchísimo al proyecto. Lo difícil realmente ha sido poder coordinar todos los actores involucrados, tener los estudios necesarios para poder arrancar una obra con certeza de proyecto en un tiempo récord de menos de un año.

¿Cuál será la conectividad que tendrá con la Ciudad de México?

Hablemos primero de todo el desarrollo integral del proyecto. Son tres componentes esenciales para tener un proyecto completo, que son la factibilidad del espacio aéreo, la posibilidad de que operen armónicamente los aeropuertos y las aeronaves.

Esos son los estudios de aeronavegación que están en curso, avanzando satisfactoriamente, que permiten confirmar que sí es factible operar el aeropuerto en este lugar, en este sistema metropolitano de aeropuertos, y conectados con los demás aeropuertos de la red nacional e internacional.

Después de eso abajo está el plan maestro de construcción de las instalaciones del aeropuerto. Lo que son las pistas, las plataformas, las calles de rodaje, las terminales, las torres de control, combustibles y las demás redes que hacen posible el funcionamiento del aeropuerto.

Se diseña de tal manera que el aeropuerto pueda ir creciendo con base a la proyección de la demanda de pasajeros y carga. De esa manera garantizamos que el proyecto de vida tendrá un horizonte de vida de 50 años o más, pero de nada nos sirve que sea factible el espacio aéreo y tener una instalación eficiente que puede operar si esta no está vinculada con los núcleos de operación y con los más aeropuertos del sistema. Es ahí en donde toma una connotación especial la movilidad.

En lo que se refiere a movilidad, el gobierno federal está realizando una gran cruzada de coordinación para que todos los actores involucrados: los gobiernos del Estado de México, de la Ciudad de México, del estado de Hidalgo, las secretarías de comunicaciones, todos los involucrados en los transportes masivos de ferrocarril, de los Mexibuses, los sistemas de carreteras converjan a este aeropuerto, de tal manera que permita a las personas, a los bienes, a los trabajadores y a la carga, llegar y salir de esta instalación hacia los núcleos urbanos en medio de una hora, pero también se conecte con los demás aeropuertos del sistema en ese mismo tiempo.

Si a eso le agregamos que tres aeropuertos operando eficientemente con sus tiempos y sin demoras, garantiza el tráfico de pasajeros y de carga entre ellos y con la ciudad, en los tiempos que hoy no disponemos.

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El AIFA será inaugurado en 2022.

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¿Por qué se adquirieron terrenos aledaños?

El aeropuerto está ubicado en lo que es la actual Base Militar No. 1 dentro del campo militar 37 b, estamos hablando alrededor de 2,332 hectáreas, de las cuáles dos terceras partes serán para el aeropuerto y una tercera parte del sur será para las instalaciones de la Fuerza Aérea. El aeropuerto deberá crecer.

Hoy nacerá con capacidad para atender a 20 millones de pasajeros y medio millón de toneladas de carga anuales, pero irá creciendo de acuerdo a la demanda de pasajeros y carga. lo que obliga a preservar espacio para ese futuro crecimiento. Es decir, crecerán las terminales, se ampliarán, habrán más pistas, más plataformas, más calles de rodaje, y para eso se necesita terreno.

De tal manera que el gobierno autorizó la adquisición adicional de 1,400 hectáreas. Primero como una suma de amortiguamiento acústico y de seguridad para las poblaciones. Pero posteriormente funcionará en dos, tres, cuatro, cinco administraciones, en un espacio para permitir el desarrollo de nueva infraestructura. Lo cual le dará vida al aeropuerto en un horizonte de 50 años más. Si lo vamos a construir nosotros, no lo sabemos. Sabemos que entregaremos esta obra de manera funcional, rentable y escalable a un operador aeroportuario que determinará el el gobierno.

Tenemos conocimiento que se crea una empresa estatal de participación mayoritaria que se encargará de operar el aeropuerto. Seguramente en su plan maestro de desarrollo que se revisa cada cinco años con la Agencia Federal de Aeronáutica Civil determinarán los cambios que hay que ir haciendo de manera programada para crecer el aeropuerto para que siga atendiendo y funcionando correctamente.

No sabemos si estaremos nosotros o esta empresa contrate constructoras civiles, que puede ser muy factible. Lo que nos interesa respecto a qué va a pasar en futuros gobiernos, nos queda la seguridad que el aeropuerto no pertenece a un color o a una administración. Le pertenece a los mexicanos, porque son recursos del Estado mexicano y es infraestructura de desarrollo para todos, si nosotros hacemos un proyecto funcional y adecuado, vivirá y se desarrollará para beneficio de los mexicanos y visitas que vengan a nuestro país y se convertirá sin duda alguna en un excelente portal de entrada y salida de México con el mundo.

¿Cuáles son los avances en la construcción?

A 310 días de trabajos iniciados, quiero mencionarle que tenemos solamente 886 para cumplir con la misión, llevamos un avance físico cercano al 30% y un avance financiero que ronda el 17%. Hemos llevado un gasto responsable y estamos avanzando más arriba de lo programado, porque controlamos todas las variables. Estamos trabajando al interior del campo militar, tenemos suministros simultáneos de cada insumo, las obras avanzan sin contratiempos aún con afectaciones por concepto de lluvia, sobretodo.

Hemos tenido algunas interferencias legales por conceptos de amparos y, pero todas ellas se han atendido correctamente y hoy el proyecto no tiene un sólo obstáculo que limite su desarrollo. Se avanza conforme lo programado y estamos seguras que cumpliremos la misión en tiempo, forma y dentro de los recursos autorizados.

¿Cómo han gestionado los hallazgos de los huesos de mamut?

Nos preparamos desde antes de iniciar los trabajos de construcción, varios de nosotros, ingenieros militares ya habíamos tenido la oportunidad de hacer construcciones aquí en Santa Lucía, ya sabemos desde años antes que Santa Lucía es un lugar en donde se encuentran muchos restos de mamut.

Se firmaron convenios de colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en estos convenios el INAH primero determinó que no existe evidencia de arqueología monumental. Grandes pirámides.

Se han encontrado algunos restos de poblaciones, de pescadores en el extremo norte. Y los hallazgos arqueológicos están alrededor de un metro y corresponden a una época del preclásico del año 400 al año 1000 de nuestra cultura, pero tres metros abajo están restos paleontológicos. Evidentemente, megafauna, hemos encontrado mamuts, caballos y camellos de la época del pleistoceno. En un gran número, que inclusive excede lo estimado por el propio INAH y de nosotros, pero realmente es una alegría encontrar todos estos restos, recuperarlos y aumentar el acervo nacional y que nuestros arqueólogos puedan descifrar y entender qué sucedió en el Valle de México hace 50,000 años.

Mucha gente dice que la obra debería pararse porque hay restos arqueológicos y estamos vulnerando la cultura. No, al contrario, la obra y sus recursos son el motor de este rescate. Los recursos de la obra permiten pagar arqueólogos, y qué mejor que sea la Sedena la que ayude en sus nóminas de la obra para contratar ayudantes, para poner nuestra maquinaria, para poner nuestras instalaciones para hacer el rescate.

Hoy el compromiso de trabajo y de colaboración con el INAH es tan estrecho y tan fuerte que estamos trabajando de manera conjunta en el diseño del lugar de exhibición, un museo que le hemos llamado el Museo del Mamut o de la Megafauna, en donde se exhiban. Y no sólo en este lugar; también en la terminal de pasajeros, en las instalaciones, para el orgullo de los mexicanos. Que los extranjeros que vengan al país vean los hallazgos arqueológicos aquí realizados en Santa Lucía. Todo dentro del mismo presupuesto, sin un quinto más. Esa es una instrucción que tenemos del señor presidente de la República, de trabajar de manera coordinada y rescatar todo lo posible para el pueblo de México.

¿Cuál ha sido la parte más complicada de la construcción?

El mayor problema es el tiempo reducido que nos obligó a superponer todos los procesos secuenciales de la construcción de la obra, de manera que se intersectan. Es decir, la fase de planeación, en donde están todos los estudios previos. Después hay una fase de diseño de estas instalaciones, terminando el diseño viene la fase de construcción, y terminado el procedimiento de construcción viene una fase de preparación operacional del aeropuerto.

Hoy estas cuatro fases no son secuenciales, están superpuestas, pero también la propia ley lo contempla. Las grandes obras de ingeniería pueden iniciarse aún con los estudios mínimos necesarios para ser realizarse durante el tiempo determinado, cosa que nos está sucediendo. Lo más delicado han sido precisamente esos estudios previos. Saber que estamos haciendo lo correcto. No nos podemos permitir, por el tiempo que tenemos y por los recursos que disponemos de cometer errores de ingeniería, de hacer edificaciones en donde no van, tener que modificar instalaciones, alcances o reducir estos.

Hoy, con alegría le digo que tenemos todos los estudios previos, que el diseño está prácticamente terminado, que la potencia de construcción de nuestros ingenieros militares lleva la obra adelante y que inclusive estamos trabajando con el grupo aeroportuario de la CDMX, con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y con el grupo operador del aeropuerto en la preparación operacional. Es decir, hoy no vemos un nubarrón en el horizonte de construcción de este proyecto.

¿Cómo se realizará la apertura?

Las instrucciones que tenemos del señor presidente es que el aeropuerto se inaugure y opere el 21 de marzo del 2022, con la capacidad instalada para poder mover 19.5 millones de pasajeros, o bien, medio millón de toneladas de carga. ¿Qué reto y qué misión tiene el cuerpo de ingenieros del ejército? Construir la infraestructura estratégica.

Nos referimos a tener las pistas, las plataformas, las calles de rodaje, la terminal de pasajeros, el estacionamiento principal, las vialidades de acceso y perimetrales de seguridad, la torre de control, las granjas de combustible y todas las redes hidráulicas, sanitarias y eléctricas además de la gran terminal de carga. Hay otras instalaciones del aeropuerto que no son estratégicas.

Las instalaciones y corporativos dentro de la ciudad aeroportuaria, de los hoteles, de algunos servicios de paquetería, algunas concesiones para sistemas de aeronaves y mantenimiento que el operador aeroportuario podrá constatar anteriormente a través de licitaciones públicas con empresas civiles, constructoras, o bien, si el presidente lo instruye y es una asunto de interés público, volverá la presencia de las fuerzas armadas a realizar esos trabajos.

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Secretaría de la Defensa Nacional Aeropuerto Internacional de Santa Lucía infraestructura aeroportuaria infraestructura de transporte Andrés Manuel López Obrador

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