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El aeropuerto de Santa Lucía impulsará el corredor industrial en Edomex

Los centros de distribución crecen en el Estado de México impulsados por el comercio electrónico y la cercanía de la entidad con la urbe más poblada del país.
vie 24 julio 2020 05:00 AM
Semi Trucks at Warehouse, Aerial View
Los espacios industriales tuvieron mayor demanda durante la pandemia.

La demanda de espacios industriales en el Estado de México crece de forma significativa, por ahora, hacia el Arco Norte, pero la construcción del aeropuerto de Santa Lucía podría activar la carretera federal 57, rumbo a Santa Lucía, que se convertiría en la siguiente “frontera” del desarrollo de este tipo de espacios en la región.

El Norte de la Ciudad de México y su colindancia con el Estado de México, donde está el corredor Cuautitlán -Tultitlán-Tepotzotlán, que ahora se extiende a Huehuetoca- Teoloyucan- Arco Norte, “ha venido creciendo de manera sostenida en alrededor de 700,000 - 800,000 metros cuadrados anuales de absorción”, comentó Gerardo Ramírez, SIOR director Regional Industrial de JLL México.

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“Hay mucha demanda, tanta que la desocupación anda por debajo del 4%. Lo interesante es que las rentas en la ciudad de México están presionando hacia arriba los precios. Hoy el costo por metro cuadrado anda en 6 dólares, y va creciendo. En 2018, era 15 % o 20% menor”, agregó.

La pandemia se convirtió en un “aditivo” para el “combustible” con el que ya venía avanzando fuerte el sector en esta zona, llamado comercio electrónico, explicó a Obras, el experto.

Según los cálculos de JLL, el e-commerce observaba un crecimiento de dos dígitos desde hace cinco años, pero desde marzo a la fecha, “con la novedad de que sí se pueden pedir, de manera segura, bienes y servicios por esta vía, la demanda de espacio ha crecido muchísimo”.

De acuerdo con el Reporte 3.0 Impacto Covid-19 en venta online, publicado a principios de julio por la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), la percepción de seguridad de compra digital “se ha incrementado frente a los niveles de enero”, de modo que hoy siete de cada diez compradores se sienten seguro y satisfecho al comprar en línea.

Así, las empresas que se dedican a este tipo de comercio como Amazon o Mercado libre, requieren más espacio, y cerca de la Ciudad de México o de puntos más cercanos a la población que consume. Además lo demandan de un día para otro.

El e-commerce ocupa el doble de espacio industrial que el comercio tradicional, y la actividad se ha incrementado de forma importante a raíz de la pandemia, por ello hay más interés en las construcciones de naves industriales en esta región, explicó Gerardo Ramírez.

De acuerdo con la consultora International Data Corporation (IDC), las compras por Internet alcanzaron demandas “exponenciales en México, por los efectos de la pandemia de COVID-19”.

“El e-commerce creció hasta 500% por semana en los primeros meses del segundo trimestre, debido a las políticas de distanciamiento social”, destacó recientemente el analista Jorge Gómez, Director de Soluciones Empresariales, de IDC. Estas cifras están “muy por arriba de otros mercados de América Latina, como Colombia, que tuvo incrementos de 100% y Brasil de 60%”.

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Los jugadores

Esa tendencia ha impulsado el desarrollo de diversos espacios. Gerardo Ramírez mencionó algunos ejemplos como el de Fibra Uno (FUNO) que ha ido creciendo con su desarrollo San José, en Tepotzotlán. Prologis lo ha hecho con naves de 100,000 m2 rentadas a Amazon y Mercado Libre, y acaban de expandirse para alojar más empresas de logística como DHL y otras dedicadas a la distribución.

“No hay empresas de manufactura ni de producción. Son firmas que se dedican a la logística”, subrayó el SIOR industrial de JLL. Lugares como San Juan del Río y Arco Norte ahora se vuelven atractivos. Por ejemplo, la tienda departamental Liverpool está construyendo un centro de distribución de metrajes épicos, alrededor de 200,000 m2 en su fase final, para distribución.

Y hay otros desarrolladores, como David O’donell, quien construye el proyecto La Laguna, en Cuautitlán, de 100,000 m2 en tres naves. Mientras Prudential, a través de uno de sus socios, compró al lado de Ford una fábrica de teléfonos, para hacer tres naves para distribución también. “En esta zona hay, sobre todo, reconversiones”, dijo.

Santa Lucía, la nueva frontera

El experto de JLL observó que antes la “frontera de crecimiento” de los espacios industriales en el Estado de México era la caseta de Tepozotlán, pero “ahora la nueva frontera es el Arco Norte, porque han crecido los desarrollos hacia allá”. Y ante la creciente demanda de espacios, el futuro deja ver que la expansión puede ampliarse más aún.

“La demanda de espacios va a seguir creciendo, y se trata de espacio grandes, arriba de 50,000 m2”, y ante la falta de terrenos al norte de la cdmx, y la reconversión que experimenta la zona industrial, “el crecimiento debe abrirse por zonas como Huehuetoca y Teoloyucan”, mencionó Ramírez.

Hacia el futuro, consideró que con la construcción del nuevo aeropuerto en Santa Lucía se va a tener una mejor comunicación en esa zona, “porque el gobierno federal va a mejorar los accesos desde la carretera federal 57 al aeropuerto de Santa Lucía”, lo que detonará “mucho más terrenos para el crecimiento de centros de distribución de naves industriales”.

El aeropuerto de Santa Lucía será administrado por la Sedena

El gobierno federal presentó en marzo su plan de conectividad para el Aeropuerto Internacional Gral. Felipe Ángeles que contempla un ramal del tren suburbano Buenavista-Cuautitlán, saliendo de la estación Lechería al aeropuerto con una longitud de 23 kilómetros, y dos viaductos elevados, ocho pasos vehiculares, tres estaciones intermedias, un puente ferroviario menor y 17 pasos peatonales.

Gerardo Ramíez explicó que al norte del Arco Norte, hay terrenos susceptibles de desarrollo para estos fines, pero están un poco más lejos, “es más conveniente estar de lado más cercano a la Ciudad de México, apostaría más hacia Teoloyucan y el camino que lleva a Santa Lucía”.

Además, dijo, hay muchos terrenos que no son ejidos, sino propiedad privada. “Toda esa zona era de ganaderos productores de leche, pero la cuenca lechera migró hacia Querétaro, y todas esas propiedades se han dedicado a la siembra o permanecido ociosas”.

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