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Coronavirus vs infraestructura educativa: los riesgos sanitarios en las escuelas

Para regresar a las clases presenciales se necesitará una transformación en el diseño, servicios y planta docente de los centros educativos.
lun 05 octubre 2020 12:13 PM
Escuelas-México
La infraestructura educativa en México no cuenta con las condiciones para resguardar a estudiantes durante la pandemia.

Esteban Moctezuma Barragán, secretario de Educación Pública, ha recalcado que las clases presenciales no regresarán de manera intempestiva ; se esperará a que el semáforo epidemiológico de todo el país esté en verde para crear las estrategias de regreso.

En caso contrario, la infraestructura educativa resultaría insuficiente para mantener a los estudiantes en un entorno sanitario adecuado debido a dos principales problemas: falta de presupuesto y un diseño que no atiende las necesidades de los jóvenes.

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“La situación pone en particular debilidad al sistema educativo, que de por sí tiene problemas muy serios. 20% de las escuelas de educación básica no cuentan con agua, 32% cuenta con ella, pero los directores reportan que tienen sólo dos veces a la semana y 23% que cuando tiene agua, lo tiene en tambos”, dice en entrevista con Obras Marco Fernández, coordinador del programa Educación de México Evalúa y profesor de la Escuela de Gobierno del Tec de Monterrey.

Como posible solución, las autoridades declararon que a través del programa La escuela es nuestra y con la cooperación de los gobernadores, se garantizará que haya agua, jabón y gel antibacterial. En el Proyecto de Egresos de la Federación (PEF) del 2021, se planea un presupuesto de 12,280.03 millones de pesos a este proyecto, lo que representa un incremento de 63.2% contra el presupuesto asignado en 2020.

Sin embargo, los problemas, profundizados por la pandemia, no se resolverán en su totalidad con la reparación de aulas y el mantenimiento de las escuelas. También es necesaria mayor planta docente debido a que los grupos de estudiantes tendrían que reducirse para poder mantener sana distancia dentro de las aulas.

Datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) indican que México es el primer lugar en los países con más alumnos por aula y por cada maestro que imparte clases en primaria, secundaria y bachillerato, con un promedio de 30 estudiantes en el mismo grupo.

“A eso hay que sumarle que entre 20 y 30% de los maestros, debido a su edad tienen enfermedades crónicas como diabetes, obesidad y más, por lo que son personas que están en un rango de mayor riesgo y no pueden regresar a las aulas. ¿Quién los sustituirá? No hay dinero para hacerlo ni para poder hacer sus procesos de jubilación anticipada” explica Marco Fernández.

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Diseño obsoleto

Además, la estructura arquitectónica de las escuelas no permitiría a los estudiantes desarrollarse en un ambiente sano; “la infraestructura de las escuelas es muy antigua, que medio se adecuó para los programas de tiempo completo, pero traemos la reminiscencia de los grandes complejos académicos construidos en los 30, lo que es preocupante”, comenta en entrevista con Obras Lucía Santa Ana Lozada, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y experta en arquitectura académica.

Esto implica retrasos en las innovaciones de diseño y menor atención en las necesidades particulares de la comunidad estudiantil. Para Aarón Gutiérrez, fundador del despacho de arquitectura, Amorphica, uno de los principales errores históricos en la construcción de escuelas, es tomar diseños genéricos y aplicarlos en el mayor número de centros educativos posibles. Cuando en cada localidad la arquitectura debería ser distinta. Por ejemplo, la ventilación necesaria en una escuela en Yucatán es distinta a la que se requeriría en Chihuahua.

“No tenemos las instalaciones adecuadas para los niños y quizá sea por eso que no se interesan realmente en estudiar. Y si ya tenemos un bagaje de errores, imagínate ahora con los requerimientos sanitarios nuevos. Definitivamente no se debe optar por poner a niños en burbujas de plástico, pero sí se deberían entender cuáles son los problemas intrínsecos de cada aula y modificarlo escuela por escuela”. agrega el arquitecto.

Para Lucía Santa Ana Lozada, algunas de estas deficiencias que se pueden identificar fácilmente es falta de sistemas de ventilación natural, escasez de espacios abiertos y verdes, lugares amplios para estudiar, buena iluminación y modernización de los baños.

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