A dónde acudir
Para incursionar en estos esquemas de inversión es necesario realizar un contrato de intermediación en una casa de bolsa, en donde se establecen las condiciones y comisiones, además de que se puede asignar a un bróker para que funja como asesor.
“Existen dos modalidades de contrato: discrecional y no discrecional, en el primer caso la casa de bolsa forma un portafolio de inversión en certificados bursátiles empresariales, fiduciarios, de participación ordinaria, acciones u otros instrumentos, de acuerdo con su experiencia y rendimientos”, explica el directivo de LeMar.
Cuando se elije un contrato no discrecional, la persona inversionista instruye al bróker los movimientos a realizar, con base en un análisis técnico y fundamental; es decir, del comportamiento del mercado y los informes empresariales consultados.
Sin embargo, con las nuevas plataformas electrónicas, ya no se realiza un contrato presencial con la casa de bolsa, automáticamente se genera al abrir la cuenta en la aplicación, acota Suárez, quien menciona que existen tres tipos de inversionista:
- Conservador. Busca bajo riesgo, por lo que su escenario ideal es invertir en CETES (no requiere bróker).
- Moderado. Diversifica su portafolio y obtiene una ganancia generalizada; puede combinar entre acciones y certificados bursátiles inmobiliarios.
- Especulativo. Tiene conocimiento amplio del mercado y quiere tener ganancias de capital inmediatas.
Consejo experto
En opinión de Luis Suárez, acorde a las condiciones económicas actuales, un portafolio de inversión puede diversificarse de la siguiente manera.
CETES - 35%
Acciones - 15%
Certificados bursátiles - 15%
Certificados bursátiles fiduciarios inmobiliarios - 35%