Cuando se usa esta tecnología digital, los excesos en el valor de la edificación pueden reducirse hasta 3%, indica Ignacio Fastag, director general de Darco. Los errores se evitan ya que a través de BIM, se hace la representación de la construcción por completo; desde la elección del terreno, hasta la colocación de los últimos elementos, involucrando a todos los participantes del proyecto: proveedores de materiales, arquitectos, ingenieros, etcétera. De esta manera, las correcciones primero se realizan en la plataforma, sin comprometer recursos
Aunque esta herramienta no es nueva y su utilidad ha sido demostrada, no ha sido adquirida como regla por el gobierno mexicano, el cual la usa en alrededor de 20% de los proyectos, indican datos recopilados por el BIM Group Task. En comparación con el sector privado, en donde se registra un uso de aproximadamente 80%.
Pero esto podría cambiar en los próximos años. El grupo de empresarios ha trabajado de la mano del diputado Exsome Zapata, y otras instituciones como la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, además de la Subsecretaría de Infraestructura de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, para que en la reforma a la Ley de Públicas y Servicios se agregue el artículo 10bis, que dictará el uso de esta tecnología.
Con la modificación, México, además de aumentar la transparencia en su gestión de construcción, reduciría costos y eficientaría el gasto de recursos públicos. No sería el primer país en hacerlo; Francia, por ejemplo, desde el 2010 usa la herramienta de manera oficial y exige su uso para proyectos de más de 20,000 euros, igual que en Gran Bretaña, en donde el gobierno lo usa para todas sus obras desde el 2016.