Cuando se planeó construir un nuevo aeropuerto en Santa Lucía, Estado de México, se decidió usar terrenos en donde la Base Aérea Militar No. 1 realizaba operaciones aéreas desde 1952. El proyecto inicial contemplaba usar la infraestructura existente y sólo agregar pistas y una terminal aérea comercial, lo que facilitaría la edificación y reduciría los recursos necesarios.
Sin embargo, cuando especialistas miraron el plan, descubrieron que el cerro de Paula, que se encuentra en la zona, complicaba las maniobras aéreas. Finalmente, con voces a favor y en contra, además de un borroso inicio, se decidió continuar con la obra y reubicar 450,000 metros cuadrados de las instalaciones de las Fuerzas Armadas.
Hoy, un año y medio después, se volarán los primeros aviones sobre las pistas militares.