Las inquietudes
El organismo, creado para buscar una transición energética orientada al desarrollo regional sustentable, señaló que en la zona de construcción no hay suficiente análisis de los impactos que traerá el megaproyecto.
Uno de ellos es que Yucatán padece de alcantarillado insuficiente, además de poca capacidad para tratar aguas residuales, por lo que hay continua contaminación del manto freático peninsular, problema que también ha sido mencionado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) durante el análisis de impacto ambiental antes de las construcciones del tren.
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Articulación Yucatán también mencionó que los sistemas geohídricos kársticos de la península corren peligro, ya que son frágiles debido a que hay agua debajo de ello, además de haber problemas de sobreexplotación.
“Sin contar con el derecho de vía esta zona corre el riesgo de ser fragmentada, no sólo por la construcción de las instalaciones ferroviarias, sino también por el paso continuo de trenes durante los próximos 50 años. Además, este territorio es habitado por población maya que no ejerció su derecho a la libre determinación, de acuerdo con compromisos internacionales del estado mexicano”, añadieron, con respecto a la reserva municipal de Cuxtal.
Por lo que solicitaron una audiencia pública para tener un debate sobre los problemas que mencionan.