¿Por qué la ventilación?
Más allá de la información sobre la percepción de la ventilación, no se tienen datos precisos sobre la cantidad de ventanas en las aulas, por ejemplo, lo que permitiría implementar estrategias adecuadas para mejorar el flujo de aire.
La infraestructura de las escuelas es muy antigua, que medio se adecuó para los programas de tiempo completo, pero traemos la reminiscencia de los grandes complejos académicos construidos en los 30, lo que es preocupante”, comentó en entrevista con Obras en octubre, Lucía Santa Ana Lozada, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y experta en arquitectura académica.
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“Definitivamente no se debe optar por poner a niños en burbujas de plástico, pero sí se deberían entender cuáles son los problemas intrínsecos de cada aula y modificarlo escuela por escuela”, agregó.
En Nueva York, Estados Unidos, los protocolos que se implementaron para reabrir las escuelas fueron practicar el distanciamiento social, llevar cubrebocas y que los salones de clases tuvieran al menos una ventana que se pudiera abrir, incluso en invierno.
“Los expertos coinciden en que una buena ventilación es la forma más eficaz y práctica de eliminar los contaminantes de un espacio. El programa de Edificios Saludables recomienda entre cuatro y seis recambios de aire por hora en las aulas, mediante una combinación de ventilación y filtración”, dijo el New York Times en una simulación en la que se ve una clara reducción de contagios.