Autopista y carretera: diferencia entre los dos tipos de caminos

Las vías de comunicación terrestre cuentan con diferentes clasificaciones, sin embargo son sólo dos las que son más conocidas: las carreteras y autopistas. Aunque a veces son utilizadas como sinónimos, en realidad se trata de distintos tipos de caminos, aunque no hay un consenso de sus diferencias.

Mientras organismos las diferencian por cuál fue la entidad constructora y si son de peaje o no, otras lo determinan de acuerdo a su estructura.

¿Qué es una autopista?

De acuerdo al Instituto Mexicano de Transporte (IMT), las autopistas son una variación de las carreteras que comprende el mayor estándar geométrico. Entre más grande es este, mejor es la seguridad vial.

Para ser catalogadas como tal, con nomenclatura AP de acuerdo al organismo, deben tener dos sentidos separados físicamente al centro, control en el acceso (a través de una caseta, por ejemplo), dos o más carriles por sentido de circulación y capacidad para que los vehículos circulen en un rango de 80 kilómetros por hora a 110 kilómetros por hora. Su Tránsito Diario Promedio Anual (TDPA’s) va de 3,000 a 5,00 vehículos.

No obstante, hay otras definiciones. La empresa Hersan, productora de soluciones viales y señalización, define a las autopistas como una carretera de acceso limitado sin intersecciones ni peajes. Tampoco cuenta con semáforos o cruces a nivel.

¿Qué es una carretera?

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) considera que las carreteras son los corredores que proporcionan acceso y comunicación a las principales ciudades, fronteras y puertos marítimos del país. Algunas de ellas están a cargo del gobierno federal, pero no es una característica exclusiva. También pueden ser libres o con cuota. “Además de las carreteras federales, están las carreteras estatales, que como su nombre lo indica, son responsabilidad de los gobiernos de cada entidad federativa e incluyen carreteras pavimentadas y revestidas; caminos rurales y brechas”, dice el instituto.

El IMT las clasifica en autopistas, vías rápidas, arterias (secundarias o alimentadoras), locales y brechas, las cuáles se diferencian principalmente en el número de carriles, el control de acceso y el rango de velocidad a la que pueden circular los vehículos.