La IA en la infraestructura hídrica reduce hasta 80% su mantenimiento

De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), durante las últimas décadas, la disponibilidad anual por habitante en México ha pasado de 10,000 metros cúbicos (m3) promedio en 1960, a 4 mil m3 en 2000 y 3.2 mil m3 en 2020. El deterioro y explotación de los cuerpos de agua, sumado al aumento de la población y al incremento de las sequías, provocará que para 2030, la disponibilidad en México descienda por debajo de los 3,000 m3 por habitante al año.

Un factor adicional que afecta la disponibilidad de recursos hídricos es el cambio climático. El incremento de la temperatura y la variación en las precipitaciones han afectado las principales cuencas hidrológicas del país. El norte y centro de México han sido las regiones más afectadas, donde la temperatura media anual ha incrementado entre 1.2 y 2.4 °C de 2000 a 2020. Esto ha propiciado la variación de lluvias en el país y, con ello, la baja de la capacidad de las principales presas.

De acuerdo con Eduardo Vázquez, director Ejecutivo en Agua Capital, Fondo de Agua de la Ciudad de México, uno de los ejemplos destacados fue el éxito reducción en cuanto al consumo de agua fue del Distrito de Riego 01 de Aguascalientes en donde se digitalizó la infraestructura, que redujo 30% del agua que solía consumir para uso público urbano gracias a la digitalización de sus sistemas.

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Por ello, David Montoya, director mundial de Desarrollo de Negocios de IoT en Paessler, empresa especializada en la digitalización, menciona que la infraestructura hídrica inteligente se presenta como una solución para abordar la creciente escasez de agua y la necesidad de un uso más eficiente de este recurso vital.

El experto menciona que la digitalización en el monitoreo optimiza su funcionalidad, como en el caso de una planta en Yucatán en donde la se utilizó para monitorear de manera integral y tener una visualización completa de las operaciones remotas de la planta. Esto se traduce en un control más efectivo de las actividades, incluso cuando se gestionan de manera remota.

El control de la planta se ha vuelto más accesible y automatizado gracias a la implementación de un panel de control central que permite verificar la operación de manera eficaz y rápida.

Esta interfaz se puede utilizar desde cualquier lugar y en cualquier momento, ya sea a través de un navegador web o una tablet. Permite supervisar diversos componentes, desde sistemas de energía eléctrica hasta cámaras de vigilancia, todo bajo un mismo sistema.

La colocación de monitoreo ha reducido las visitas de control y mantenimiento, lo que se traduce en una operación que reduce costos.

La implementación de esta herramienta ha tenido un impacto significativo en la operación de la planta. Las visitas no planeadas del personal de mantenimiento eléctrico se han reducido 80%, y se ha logrado una optimización de 100% en la planeación de las acciones de mantenimiento.

Para digitalizar una planta de tratamiento que antes era analógica a partir de tecnologías actuales como IoT, “el metro cuadrado de construcción, en Estados Unidos es de 733 dólares. Esto es una excelente alternativa para plantas ya existentes, en lugar de demoler todo y comenzar a construir plantas digitalizadas desde cero”, explica David Montoya

Sin embargo, agrega, que para plantas que están en proyecto de construcción y planeación, y que opten no construir una planta digitalizada y con telemetría desde su origen, ese costo por metro cuadrado por concepto de retrofitting tendrá que sumarse al costo total de construcción, por lo que vale la pena diseñar plantas modernas con el concepto de telemetría para obtención de datos, y ahorro energético desde el inicio.