El Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAIM) ha vuelto a estar en la conversación después de que la candidata a la presidencia por el Frente Amplio por México (PAN-PRI-PRD), Xóchitl Galvez, hablara sobre analizar la viabilidad de reactivar su construcción , la cual se echó para atrás con la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La recuperación del NAIM es financieramente inviable, aseguran expertos
Claudia Sheinbaum, candidata por parte de Morena, rechazó esta posibilidad y dijo que sería “un absurdo ecológico” y planteó, en su lugar, mejorar la conectividad al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
Dos expertos consultados por Obras, de Expansión, coinciden en que retomar el NAIM, a pesar de que podría ser beneficioso en materia aeroportuaria, es inviable, principalmente por razones financieras.
“Las ventajas que ofrecía el aeropuerto de Texcoco eran muy grandes, sobre todo por las dimensiones. Iba a competir con los grandes aeropuertos de Europa. ¿Cuál es el problema? Que habríamos gastado en la cancelación de un aeropuerto para construirlo otra vez. Y estaríamos nuevamente rescatando este espacio que, por cierto, ya está prácticamente terminándose de habilitar como área protegida. Económicamente me parece poco inviable”, dice Salvador Rosas Barrera, académico del posgrado de Economía de la UNAM.
La situación será particularmente complicada durante el próximo sexenio, debido a que la administración que entre se enfrentará a poco espacio fiscal para la construcción de obra, ya que, de acuerdo con Othón Pérez, director de Infraestructura en Bovis, el presupuesto ya está comprometido en el gasto corriente, principalmente para pensiones y programas sociales.
En materia de obra, recuperar el NAIM, proyecto que inició durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, también sería una gran tarea. “La parte que ya se había construido sería muy difícil de recuperar, porque se estaba haciendo para un tipo de terminal que ya no sería. Lo que urge hacer es rescatar al AICM (Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México), que está por lo suelos en servicios y seguridad, y construir vialidades al AIFA”, apunta.
La cancelación del NAIM
El aeropuerto, que se comenzó a construir en un terreno de 4,400 hectáreas en Texcoco y para el que se planeó una inversión de 285,000 millones de pesos (mdp), iba a tener una capacidad de 68 millones de pasajeros en su primera etapa y 125 millones hacia 2065.
Fue impulsado por el gobierno federal de Enrique Peña Nieto y cancelado oficialmente entre 2018 y 2019 por el presidente Andrés Manuel López Obrador. En agosto de 2018, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT, antes sólo SCT), dio por concluida la liquidación de 692 contratos por un monto de 72,223 mdp, 26% del presupuesto que habría requerido la construcción total.
En el anuncio, el entonces titular de la dependencia, Javier Jiménez Espriú, explicó que los contratos sumaban un monto de 189,634 mdp, de los cuales las obras ya realizadas equivalían a 60,291 mdp, más 14,932 mdp por gastos no recuperables.
El proceso también incluyó la recompra de bonos lanzados para financiar la obra por 1,800 millones de dólares y la liquidación de la Fibra E del Naim por 34,000 mdp.
En lugar del NAIM se construyó el Aeropuerto de Santa Lucía, para el que se gastaron, según los presupuesto de egresos presentados por la Secretaría de Hacienda y Crédito público (SHCP), 104,531 mdp.