La infraestructura carretera mexicana enfrenta retos críticos. La red federal presenta 7,800 kilómetros saturados en el centro del país y múltiples comunidades rurales carecen de conexiones adecuadas.
Ante este panorama, surgen dos propuestas para el próximo sexenio: una política, enfocada en la continuidad de programas sociales, y otra técnica, que busca una transformación integral del sistema.
Por un lado, el plan de gobierno de Claudia Sheinbaum contempla la continuación del programa de Caminos Rurales y la construcción de 13 nuevas vías.
Por otro lado, el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), organismo que desde 1946 representa a los profesionales que diseñan y ejecutan la infraestructura del país, propone atender el sistema de carreteras y migrar hacia un sistema de corredores económicos.
Las coincidencias entre ambas propuestas se centran en la necesidad de mantener y ampliar la red existente. "Se debe mantener la prioridad en la conservación carretera y atención a las zonas rurales y comunidades marginadas", señala el documento de los 100 Pasos para la Transformación, presentado por Sheinbaum.
Las principales diferencias radican en el enfoque y alcance. Mientras el plan de Claudia Sheinbaum prioriza la conectividad rural y la conclusión de obras específicas, el CICM enfatiza la necesidad de una transformación integral del sistema, incluyendo la modernización tecnológica y la adaptación a nuevos tipos de vehículos.
La urgencia de las propuestas responde al creciente flujo comercial derivado del nearshoring y los compromisos del T-MEC. Las carreteras mexicanas requieren adaptarse para manejar un mayor volumen de transporte de carga y conectar nuevos centros industriales, de acuerdo con la presidenta de México.
El programa de gobierno incluye la construcción de carreteras estratégicas como la conexión Los Cabos-Tijuana, Los Mochis-Ciudad Juárez, y la ampliación de la vía Guaymas-Ciudad Juárez.
También contempla obras en el centro y sur del país como la carretera Pachuca-Huejutla-Tamazunchale y la ampliación de la costera Salina Cruz-Zihuatanejo.
La propuesta mantiene el énfasis en los caminos rurales iniciado en el sexenio actual. "El aumento de la red de caminos rurales impacta directamente en la atención a poblaciones rurales y grupos vulnerables", indica el documento de los 100 Pasos.
"El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola de Naciones Unidas indica que una buena comunicación de las comunidades rurales es una medida directa del acceso que tienen dichas comunidades a niveles de bienestar", agrega.
El CICM plantea migrar hacia un sistema de corredores económicos, lo que significa transformar las carreteras en ejes logísticos integrados.
Este cambio permitiría conectar zonas industriales, centros de distribución y puertos de manera eficiente, reduciendo tiempos y costos de transporte para empresas y consumidores.
Es indispensable continuar con la modernización de los ejes del transporte carretero del país, su rectificación de trazo, mejoramiento de superficies de rodamiento y actualización de señalamiento vertical y horizontal.
Los ingenieros identifican la necesidad de atender 8,500 kilómetros de la red federal que presentan niveles de servicio deficientes o malos. De estos, 7,800 kilómetros están saturados y se ubican principalmente en la zona centro del país, donde se concentra la mayor actividad industrial y logística.
El Colegio propone incrementar la inversión en conservación rutinaria y periódica hasta alcanzar el 1% del PIB. También sugiere desarrollar sistemas de financiamiento que permitan aumentar la participación privada tanto en mantenimiento como en construcción de nuevos tramos.
Una diferencia significativa entre ambas propuestas radica en el enfoque tecnológico. El CICM plantea modernizar al personal operativo con herramientas como tablets, drones y software especializado. También sugiere preparar la infraestructura para la llegada de vehículos eléctricos, autónomos e híbridos.
El programa de Sheinbaum, en cambio, enfatiza el uso de metodologías como el Building Information Modeling (BIM) para la creación y gestión de proyectos constructivos. "Actualmente existen metodologías que han demostrado su amplia eficiencia, ya que centralizan la información en un modelo digital que permite que el trabajo sea más colaborativo", indica el documento.
Ambas propuestas coinciden en la necesidad de mejorar la seguridad vial. El CICM plantea reducir los accidentes fatales mediante la corrección de la infraestructura carretera, señalización e incorporación de sistemas inteligentes de transporte.
La actual administración reorientó los recursos hacia el mantenimiento. "La reasignación presupuestal planteada de este sexenio fue en dar prioridad a la conservación carretera, asignando al 2023 el 37% de los recursos de la secretaría, mientras que para el sexenio pasado representó tan sólo el 19% del presupuesto", menciona el documento de los 100 Pasos.
La propuesta de Sheinbaum mantiene el énfasis en la atención a comunidades rurales. "Es indispensable apostar por realizar un diagnóstico detallado de la actual condición de los caminos rurales, a través de la Red Nacional de Caminos y el análisis detallado del Índice de accesibilidad rural", establece el documento.
El CICM señala la importancia de complementar los caminos de acceso a las cabeceras municipales del país. "Se debe iniciar por aquellos municipios con mayores índices de marginación y vulnerabilidad para reducir los costos de abasto y acceso a servicios básicos de sus comunidades, integrándolas a la red nacional de caminos pavimentados", indica el documento.
En materia de financiamiento, la propuesta de Sheinbaum sugiere mantener el esquema actual. "Se debe promover el crecimiento de la red a través de los proyectos que, mediante el análisis objetivo, traigan los mayores beneficios económicos y sociales, sin dejar de fomentar el crecimiento económico a través de la relocalización de empresas internacionales", señala el documento.
Las dos propuestas para modernizar la infraestructura carretera de México reflejan la complejidad del reto: atender simultáneamente las necesidades sociales de conectividad rural y adaptar la red nacional a las demandas del comercio internacional.
La siguiente administración federal deberá encontrar el balance entre estas prioridades, ante un contexto de creciente demanda logística y rezago en comunidades apartadas.
