“Sobre todo en el gobierno de la Ciudad de México. Se inició de manera muy estratégica pensando en un plan de movilidad y género, que identificó ejes, problemáticas y acciones a seguir, (...) pero después se perdieron poco a poco en las acciones”, dice la especialista.
No obstante, lo que se avanzó en materia de estudio puede servir para continuar con las estrategias planteadas. Algunos de estos puntos buenos para la administración pasada fueron las zonas exclusivas de uso de mujeres, personas mayores y niños, la construcción de un protocolo de respuesta en casos de violencia, integración de sistemas de cuidado a los planes de las ciudades.
En esta nueva administración, al tener todavía pocos meses de haber comenzado, aún no se tiene claridad de las prioridades y los planes de continuidad en esta materia.
Para avanzar en esta dirección, el estudio propone acciones en cuatro áreas principales: seguimiento a la estrategia de movilidad y género, generación de información desagregada, desarrollo de infraestructura segura, y programas de sensibilización y educación.
"Sigue siendo el transporte uno de los lugares donde mayor incidencia de violencia sexual hay. Entonces, todo lo que implique la atención, la prevención, el trabajo interinstitucional para que los espacios públicos como lugares de violencia, pero también de cuidado, son necesarios de integrar", señala la investigadora.
El reto para la nueva administración
Con el reciente cambio de administración en la Ciudad de México, el desafío radica en dar continuidad y profundizar los avances alcanzados. El estudio destaca que aún no existe un modelo integral que considere plenamente a las mujeres en el diseño de la movilidad urbana, lo que representa una oportunidad para las nuevas autoridades.
La falta de conocimiento sobre los patrones específicos de movilidad de mujeres, niñas y diversidades sexo-genéricas todavía es un obstáculo fundamental para desarrollar infraestructura y servicios adecuados. Superar esta brecha de información es el primer paso hacia un sistema de transporte verdaderamente inclusivo.
Para avanzar hacia esta meta, la Ciudad de México requiere no solo mantener las acciones iniciadas, sino ampliarlas con énfasis en datos confiables, infraestructura segura y transformación de patrones culturales, de acuerdo a los especialistas.
Para el especialista en movilidad, las mejoras en seguridad benefician a toda la población. "Es un tema que tenemos que trabajar mucho. Es un pendiente importantísimo en México, que puede tener efectos benéficos, no solamente para las mujeres, sino para los hombres", señaló.