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CDMX presenta sistema para detectar fugas de agua invisibles

El mecanismo ingresa a las tuberías para detectar las desviaciones y fracturas en su interior. Posteriormente las repara, lo que ahorra recursos y tiempo de excavaciones.
mié 16 abril 2025 10:51 AM
CDMX detectará fugas de agua invisibles con un nuevo sistema para evitar desperdicio
El sistema requirió una inversión de 20 millones de pesos.

La Ciudad de México integró por primera vez un sistema especializado para detectar fugas de agua no visibles en su red hidráulica, con una inversión de 20 millones de pesos.

El equipo busca transformar la forma en que se detectan y reparan filtraciones mediante herramientas acústicas y visuales que operan dentro de las tuberías y permiten actuar antes de que el agua se pierda por completo.

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El sistema incorpora lo siguiente:

  • 15 geófonos para detectar vibraciones generadas por filtraciones.
  • Cuatro correladores de hidrófonos para redes de baja presión.
  • 100 unidades de prelocalización para delimitar zonas afectadas.
  • Cinco detectores de tuberías plásticas y metálicas.
  • Cuatro cámaras de empuje manual.
  • Cuatro robotizadas de videoinspección capaces de recorrer hasta 200 metros dentro de tuberías de cuatro a 60 pulgadas.

Estas cámaras cuentan con sensores láser para detectar deformaciones, inclinaciones o tomas clandestinas.

De acuerdo a la demostración realizada por el gobierno capitalino, la parte principal del sistema funciona como un endoscopio que ingresa por la tubería y conectado a una cámara permite ver su estrado.

“Estas fugas no visibles son las más críticas porque no se observan desde el exterior. Se infiltran en el subsuelo o se desvían hacia drenajes sin que nadie lo note. Son filtraciones que pueden durar décadas sin ser detectadas”, explicó Ricardo Munguía, subsecretario de Operación de Infraestructura Hídrica.

El equipo ya opera en Tlalpan, donde se localizaron más de 100 fugas subterráneas.

La tecnología opera en coordinación con el C5 del Agua, que centraliza los reportes recibidos a través de la Línea H2O y el Sistema Unificado de Atención Ciudadana (SUAC).

De acuerdo con el coordinador del C5, Salvador Guerrero, “el 96% de las incidencias registradas están relacionadas con fugas, lo que demuestra la urgencia de actuar con precisión y rapidez”.

Este sistema forma parte de una nueva estrategia operativa de la Secretaría de Gestión Integral del Agua, centrada en la eficiencia y recuperación del caudal perdido.

“Es un equipo que ya se usa en países como Israel o Estados Unidos. Hoy está en operación en la Ciudad de México, y nos ha permitido identificar más fugas no visibles en cuatro meses que en todo 2024”, afirmó el titular de la dependencia, José Mario Esparza.

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En términos de resultados, el gobierno capitalino se propuso reparar 4,500 fugas subterráneas este año. Cada una representa un ahorro estimado de 600 litros por segundo al año, volumen equivalente al suministro de agua para 180,000 personas, o a lo que aportarían 10 pozos nuevos, cuya perforación costaría al menos 200 millones de pesos.

Además de las subterráneas, la estrategia busca triplicar la atención de fugas visibles, es decir, aquellas que emanan a la superficie y que pueden reportarse de forma directa.

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El sistema opera al sur de la ciudad desde el año pasado.

En 2024 se atendieron 11,315 casos, mientras que la meta para 2025 es reparar 3,000, con un plan progresivo que contempla llegar a 60,000 en 2026 y 100,000 en 2027.

Para lograrlo, operan 60 cuadrillas con capacidad para intervenir hasta 500 fugas por equipo al año.

La atención prioritaria se organiza según la vía afectada: las alcaldías atienden reportes en calles secundarias, mientras que la Secretaría se encarga de vialidades primarias.

La estrategia también incluye una campaña de detección de fugas domiciliarias, con la distribución de manuales casa por casa, el control de consumos no reportados en comercios e industrias y la sustitución de 100 kilómetros de red hidráulica, con una inversión adicional de 300 millones de pesos.

“Cada litro que no se pierde mejora la presión en las tuberías, permite redistribuir el suministro y mejora la calidad del servicio. Queremos dejar de trabajar solo con métodos pasivos, esperando que las fugas se vean en la calle. Ahora las vamos a buscar activamente con tecnología, estrategia y personal calificado”, sostuvo Munguía.

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