Burdeos, sin diferencia entre vivienda social y alta
En el paisaje de la ciudad de Burdeos, al sur de Francia, no se puede diferenciar entre una vivienda económica y una de nivel socioeconómico alto, pues están en el mismo edificio y con la misma calidad.
Desde junio de 2013 se estableció que en 2015 todas las ciudades de Francia tendrán que proveer 25% de vivienda social, esta condición se derivó de la ley promulgada en el año 2000 cuando se estableció que era 20%. Esta ley se implementa en ciudades de más de 10,000 habitantes, de lo contrario pagarían una multa.
"En este pasaje urbano no existe estigmatización de la vivienda social, pues desde la calle no se puede saber quién vive en ese edificio, y a eso lo llamamos 'la mezcla social', con el objetivo de construir para los ricos y para los pobres", aseguró Michèle Laruë-Charlus, directora general de Desarrollo de Burdeos, durante el 5to Foro Internacional de Vivienda Sustentable del Infonavit.
Debido a que sólo 75% de los franceses pueden solicitar una vivienda social y no todos tienen los mismos ingresos, Burdeos creó un nuevo sistema pensado en tres diferentes modalidades de renta:
"Cerca de 5% está dedicado a la construcción de albergues o viviendas para jóvenes estudiantes y trabajadores, 20% se destina a viviendas sociales clásicas y 2% se designa a viviendas sociales enfocadas a personas que tienen más recursos", explica Laruë-Charlus.
En Burdeos se pensó primero en un proyecto urbano, con una red de transporte y equipamiento público.