Lo anterior también se suma a la previsión de “caídas significativas en la producción manufacturera en México” provocado por el desplome de la demanda en Estados Unidos, aunado a las disrupciones en las cadenas de valor por el ‘cierre’ económico en muchas regiones.
BBVA Research México establece que la baja en el consumo “por el cierre económico temporal y lo que implica una lenta recuperación causará efectos importantes en las finanzas familiares”.
Por esa razón, estima que la pérdida de empleos en el sector formal, así como la falta de ingresos para el sector informal “tendrá una fuerte acumulación de deudas, a lo que se sumará un desplome en las remesas” por el aumento en la tasa de desempleo en Estados Unidos.
Apenas a principios de marzo las secretarías de Hacienda y Crédito Público; de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, y Economía, avalaron la firma de un convenio de colaboración entre la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) y la Asociación de Bancos de México (ABM), que buscaba fomentar la adquisición de vivienda con financiamiento a sectores con una economía mixta no atendidos hasta ahora.
El nuevo escenario da un giro de tuerca a este convenio, instalando un nuevo halo de incertidumbre.
El análisis de BBVA establece que el ambiente incierto que prevalece se basa en que “nadie sabe cómo va a progresar la epidemia, qué medidas de contención del contagio se tomarán y qué tan efectivas serán, y cuánto tardarán los sistemas de salud en encontrar o desarrollar medicinas efectivas y/o en encontrar una vacuna contra el virus”.
BBVA estima además que “en este entorno el balance de riesgos de la inflación es a la baja” debido a “la importante contracción que se dará en la demanda agregada”.
Según la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) al cierre de 2019 a nivel nacional, el precio promedio de una vivienda fue de 1,093,000 pesos, y el precio mediano de 631,000 pesos. Con lo que según el Índice de Precios de la Vivienda, en el acumulado de 2019, éste “se apreció 8.6% en el ámbito nacional respecto de 2018.