Las vivienderas confían en recuperarse en el segundo semestre

“Se perdió un trimestre o cuatrimestre de producción de ventas en vivienda financiada por el Infonavit y el Fovissste; hay una ligera contracción por la gente que pierde su empleo”, explicó Towle.

Mientras que en la vivienda media y residencial “vemos una contracción porque pensamos que habrá desperfilamiento de clientes que no tendrán para el enganche”, eso implicará desplazar a personas que ya no califiquen y se tendrá que recurrir a nuevos esquemas como renta con opción a compra, venta pura, sistemas de ahorro, etc.

En el sector residencial plus también hay una contracción porque los compradores van a diferir su decisión de inversión, expuso el socio de Softec.

En este escenario, algunas inmobiliarias han transitado con ingenio, dos de ellas son Vinte y Quiero Casa, que compartieron con Obras sus planes para enfrentar la segunda mitad del año.

La oportunidad para colocar inventario: Vinte

La estrategia de Vinte se ha centrado en tres puntos. Financieramente están generando flujo de efectivo, en la parte operativa sólo están realizando obras donde tienen ventas: Quintana Roo, Mayacoba, Hidalgo, Puebla, Estado de México, Monterrey y Querétaro, y en la parte de mercadotecnia, su canal digital les ha permitido tener una oportunidad mayor de ventas.

La inmobiliaria tenía un crecimiento de doble dígito en lo últimos cinco años. En 2019 reportó 10.1 % en ingresos. Las condiciones del mercado actual, sin embargo, son vistas con cierta ventaja para la firma por Sergio Leal Aguirre, presidente ejecutivo de la inmobiliaria.

“Creo que nos va a favorecer porque teníamos mucho inventario que empezamos en septiembre pasado; teníamos 3,000 viviendas terminadas y 1,800 clientes ya con apartados; es lo que nos ha estado manteniendo”, comentó.

Ante el freno en la actividad, Vinte decidió garantizar sus líneas de crédito y generar flujo de efectivo, además de bajar los ritmos de obra, “teníamos 5,000 obreros en plantilla, les pagamos a 3,000 para mantenerlos”, aunque la producción fue mínima pero “no queríamos desmantelar la fábrica”, dijo Leal Aguirre.

Vinte abrió líneas de crédito con el BID, el Banco Mundial, instituciones alemanas y la Bolsa Mexicana de Valores, por ejemplo.

A partir del 19 de junio reinició 19 proyectos que ya tenía en construcción bajo todos los criterios de sana distancia. “En la primera semana volvimos a echar a andar a nuestros 3,000 obreros; es una maravilla haber mantenido la plantilla”

El arquitecto Leal también se refirió a la ventaja de haber iniciado desde hace tres años sus proyectos con Cisco para implementar home office, teleconferencias y trabajo digital. “Era algo común, no tuvimos la curva de aprendizaje del home office, 45% de la oficina lo hace y es como si estuvieran aquí”.

Pero los procesos digitales para Vinte han ido más allá de la parte interna con el objetivo de mantener contacto con el cliente. Desde 2018, la viviendera ofrece recorridos virtuales, un chat box que contesta las 24 horas y el sistema Tu Casa Online que permite apartar tu casa por internet por medio de paypal. Esto impulsó sus ventas vía internet del 25 % a 33% en este año, aseguró el líder de Vinte.

El cliente ve información, ubicación y promoción, y en ese momento con 1,000 o 2,000 pesos aparta su ubicación. Luego tiene 30 días para ir al desarrollo y validar que quiere esa casa y si no es así se le reembolsa su dinero.

Aguirre cuenta que ese proceso fue fundamental en este periodo en el que las personas pasaron mucho más tiempo navegando en la red.

Sergio Leal admitió que “evidentemente las casas de 5 millones no se venden como antes, pero las de un millón sí, y el Infonavit y Fovissste en conjunto con Sociedad Hipotecaria Federal “se pusieron a la altura dando facilidades para que pueda ejercerse el crédito”.

Quiero casa: no habrá reducción de precios

La inmobiliaria Quiero casa, que concentra sus actividades en Ciudad de México, decidió no cancelar ninguna obra y tampoco posponerlas. “Acatamos las indicaciones gubernamentales, respetando el periodo nacional de sana distancia en casi todas nuestras obras, excepto en aquellos casos que por seguridad estructural existía la necesidad de continuar con algún trabajo específico”, detalló David Hoffs, director de Estrategia de la firma.

En el escenario esperado para la segunda mitad del año, la desarrolladora estima una reducción en el sector de 10% de la demanda “debido a la pérdida de empleo temporal, estimada en una caída del 7.5% aproximadamente”, comentó Hoffs.

Pero si bien la demanda bajará también lo hará la oferta. “Así, la baja de la demanda se ve compensada con una baja en la oferta y a nivel global”. Además la inmobiliaria espera que las tasas hipotecarias se mantengan estables.

Para Quiero casa si bien es cierto que en el segmento de vivienda media hay menores capacidades de la población en este momento para adquirir una casa, “la tremenda escasez de vivienda en la Ciudad de México no implicará reducción de precios”.

El director de Estrategia de la desarrolladora admitió que sin duda han sido meses retadores, pero “nuestro desempeño comercial apunta a que podremos normalizar nuestras absorciones pronto” y “recuperarnos durante el segundo semestre del año”.

“Para poder activar la vivienda, el secreto está en darle a las familias mexicanas los recursos necesarios para poder adquirir vivienda”, y en se sentido Quiero Casa tiene alianzas con instituciones financieras como Infonavit, Fovissste, Sociedad Hipotecaria y bancos.

Hoffs aseguró que actualmente tienen aproximadamente el 6% de inventario para entrega inmediata del stock total de vivienda en venta. “Colocamos nuestra vivienda construida en promedio en un mes”.

En su portal de internet Quiero casa también ofrece sistemas de apartado y recorridos de maquetas virtuales.

Tanto para el analista del mercado inmobiliario Gene Towle como para Carlos Alatorre, Ceo de Nocnock, las herramientas digitales tendrán una penetración mayor en las ventas inmobiliarias. Towle notó que en las últimas ocho semanas, en el mercado estadounidense el e-commerce creció lo mismo que en toda una década, y su participación pasó del 16 al 27 por ciento.