La demanda industrial bruta del mercado fue de 181,000 metros cuadrados, estimulada por los giros logísticos, comercio electrónico y retail, que salieron victoriosos durante la pandemia. En contraparte, la demanda neta registró uno de los niveles históricos más bajos.
“Este efecto se dá a consecuencia de los altos volúmenes de desocupación que reportó el mercado, los cuales durante este trimestre fueron de 125,000 metros cuadrados”, comunica Solili.
La principal consecuencia de la pandemia en el sector inmobiliario industrial, fue el retraso de las construcciones ya que hubo dos meses en que las obras se detuvieron totalmente. y, aunque se han retomado de manera gradual, los desarrolladores del sector se mantienen cautelosos ante el panorama de incertidumbre económica, por lo que suspendieron algunas edificaciones programadas.
A pesar de ello, hubo dos nuevos proyectos especulativos de los que inició la construcción en la Ciudad de México en este periodo. Juntos suman un área rentable de 66,000 metros cuadrados.
Casas en vez de departamentos, una tendencia de vivienda que dejó la epidemia
“Una tendencia que poco a poco iba tomando fuerza, pero con la pandemia se reforzó fue la de ofertar espacios industriales más cercanos al centro de la ciudad, la denominada ‘última milla’”, dice el reporte de la consultora. Esto debido al crecimiento de la demanda de espacio industrial por las empresas de e-commerce, desarrolladores e inversionistas.
Por lo que se estima que en corredores como Vallejo, Naucalpan e Iztapalapa resurja una nueva oferta de este tipo de espacios para satisfacer la demanda.