Algunos de los desperfectos que se pueden encontrar en estas propiedades son goteras o pequeñas grietas, que evolucionan hasta convertirse en problemas mayores si no se arreglan a tiempo. Lo que trae grandes gastos en reparación y depreciación de la vivienda.
Por lo que La Haus recomienda un plan de mantenimiento de tres pasos:
1. Planificar la visita: durante la pandemia de COVID-19 es riesgoso realizar múltiples traslados, por lo que se recomienda reducirlas en mayor medida al preparar todo lo necesario con antelación. Hacer un checklist ayudará en esta organización en la que seguramente se necesitarán equipo de seguridad, carga del celular, herramientas, llaves, etcétera.
2. Inspecciona y realiza el mantenimiento: se debe prestar especial atención a la instalación eléctrica, tuberías, tanques de gas, techos, pisos, paredes, ventanas, puertas y cerraduras. Cada habitación tiene que ser revisada en busca de desperfectos como goteras, fugas de agua, grifos que goteen, que el agua corra bien en los baños, enchufes en buen estado, cables pelados, cilindros y tanques de gas sin abolladuras o golpes y posibles fugas de gas, manchas de humedad, entre otras.
“Estos problemas, en caso de presentarse, son en su mayoría de compostura simple y no requieren de herramientas muy especializadas. Valora qué detalles necesitan de atención inmediata para realizarlas en el momento, y cuáles pueden programarse para después”, dice el comunicado.
3. Valorar consulta con un experto: si durante la revisión se encontraron desperfectos graves, se recomienda llamar a alguien especializado para su asesoría. Se pueden tomar fotografías del problema para mostrarlas y evitar visitas. Sin embargo, si es necesario se puede agendar la inspección para controlar la frecuencia de los traslados.
Casas en vez de departamentos, una tendencia de vivienda que dejó la epidemia