1. Resaltar las ventajas de la ubicación: funciona conocer bien la zona para darle toda la información necesaria al comprador, como las rutas de transporte, vías de acceso, seguridad, sitios de interés cercanos como parques, centros comerciales y colegios. El exterior también importa.
2. Negociación: “Probablemente, los interesados en comprar te pidan una rebaja o te ofrezcan dinero inmediato a cambio de un descuento. Si necesitas el dinero de forma urgente, fija un tope mínimo de lo que estás dispuesto a recibir y un monto para iniciar la negociación al que puedas ir bajando poco a poco en el proceso y súbele el monto, así podrás ir bajando de a poco en la negociación”.
3. Remodelaciones: aunque representa una inversión, es importante entregar un inmueble al que se le haya puesto atención a los detalles ya que ayudará a elevar el valor. Algunas modificaciones no requieren de grandes cantidades de dinero, como un jardín con flores, buena iluminación, fachada recién pintada o herrajes nuevos.
4. Organización: principalmente en propiedades pequeñas, no tener objetos acumulados, pintar las paredes en tonos claros y organizar los muebles, ayudará a dar la sensación de amplitud.
5. Limpiar a fondo: una vivienda impecable es visiblemente más atractiva y ayudará a realzar las virtudes de la propiedad. Malos olores, como la humedad, pueden producir rechazo.