Los centros de datos están saliendo de las ciudades en las que se concentraron durante años para establecerse en otros sitios que se convierten en claves para el negocio.
Hasta hace poco, el desarrollo del mercado se concentró en FLAP-D, acrónimo de Frankfurt, Londres, Ámsterdam, París y Dublín, pero ante la creciente necesidad de las empresas tecnológicas por este tipo de centros, se han creado mercados secundarios en donde también se establecen operaciones.
El gasto en nubes hiperescala fue un negocio de 8,700 millones de euros en Europa durante 2019, de acuerdo con un reporte de la inmobiliaria Cushman & Wakefield. Se espera que para 2024 la cifra aumente a 50,000 millones de euros, debido a que el sector privado y público continúan con su migración hacia las Tecnologías de la Información.
Este desarrollo podría incrementar durante y después de la pandemia, debido al crecimiento del esquema de home office para laborar. La tendencia ha provocado que grandes empresas inviertan en su centro de datos.
Por ejemplo, Microsoft tomó la decisión de invertir 1,000 millones de euros en infraestructura capacitación y servicios en la nube para empresas y gobierno en Varsovia. A esta ciudad se le suman Milán, Madrid, Oslo, Praga, Marsella, Viena, Zurich, Berlín y Reikiavik.
En México, el gobierno de la capital del país realiza esfuerzos para crear un Centro de Desarrollo e Innovación Tecnológica Vallejo-i, en donde se establecerán el Centro de Datos de la Ciudad, un clúster de laboratorios para impulsar la industria 4.0 y un espacio de vinculación empresarial; además se convertirá en el primer punto con red 5G.
En conjunto se construirá un corredor de vivienda asequible y atraerá a 149 nuevas industrias.
