Contrario a lo que podría pensarse, la adaptación de las labores de oficina al teletrabajo y la legislación de este sistema no acabará con las oficinas, pero sí lo transformará. Tanto empresas como colaboradores se dieron cuenta de los beneficios de quedarse en casa: reducir el tiempo que se pasa en el tráfico, mayor flexibilidad en el horario y mejor calidad de vida.
Sin embargo, con el confinamiento obligatorio para no aumentar los contagios de COVID-19, también se valoraron las ventajas del trabajo en oficina, como la comunicación, socialización y aumento de la creatividad, que deberán exponenciar las oficinas para volver a atraer a los clientes que tuvieron que irse el año pasado.
10 países concentran el 95% de las vacunas contra COVID-19
La transformación
La reducción del espacio de oficinas será uno de los elementos más presentes durante este año. Ya que, a pesar de que las personas que interactúan en su interior deberán estar más separadas, serán menos las que estén en el sitio al mismo tiempo, dijo Elvira Muñoz Beraza, directora de Aecom y del Master in Strategic Design of Space de IE School of Architecture and Design en octubre de 2020 en entrevista con Obras y Expansión.
Esto permitirá que los lugares sean más flexibles, así como las jornadas de trabajo. Habrá mayor oportunidad para que colaboradores laboren desde sus hogares, y el uso de los espacios de trabajo será más colaborativo.
Esto da pie a otro de los cambios: las salas de juntas. Estos lugares diseñados para trabajar en equipo cambiarán, pues ahora serán usados en sitios abiertos, o con mayor amplitud, para aminorar el riesgo de coronavirus.
También tendrán mobiliario más amigable, para brindar mayor comodidad a los trabajadores, e implementará tecnología que ayude a conectar con las persona que se encuentran a la distancia, explica David Kayye, experto en branding tecnológico, a Barco.
Los escritorios y sillas deberán poder moverse, para cambiar de lugar o transformarlo de acuerdo a las necesidades de la oficina, apuntó Elvira Muñóz.
