Antonio Pérez, director de operaciones de la oficina, considera que más allá de la flexibilidad de los espacios, estos deben resistir los impactos sociales y sanitarios; “en este caso fue pandémico, pero también vendrán de otras índoles, como el económico, en este y en los próximos años. Por eso tenemos que diseñar espacios resilientes, para que el cliente tenga plena confianza”, dice a Obras y Expansión.
Para lograrlo, la generación de arquitectura viva —que se adapta a los cambios que necesita el usuario— y el poner al centro el bienestar de las personas, debe fortalecerse. Por lo que este 2021, certificaciones y estrategias enfocadas en la sustentabilidad y el wellness, dejarán de ser un lujo para convertirse en la regla.
Lo que a su vez provocará mayor inversión en equipos mecánicos, de aire acondicionado, y el uso de tecnologías para tener mayor seguridad y control de los espacios, además de la adopción de diseños que aprovechen el entorno para sacar su mejor provecho.
“En México veremos mucho más el uso de sistemas pasivos, como la entrada de aire natural. También, espacios más híbridos, tanto en el interior como el exterior, en el cuál se procurará tener más impacto, tanto en hoteles, oficinas o escuelas”, comenta Antonio Pérez.
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