La suspensión de actividades en abril del 2020, así como la crisis económica, la incertidumbre y las restricciones sociales para evitar contagios, causaron que los negocios quebraran y dejaran vacíos sus aparadores. Tan solo BestBuy cerró aproximadamente 41 sedes en el país
Al mismo tiempo, los espacios industriales crecieron, empujados en gran medida por la venta en línea que busca acercarse al cliente final para reducir costos de traslado y posicionarse en el mercado.
Estos elementos formaron la tormenta perfecta para el sector, que aún no se recupera. A inicios del año se registraba una caída de 34% en la demanda de espacios comerciales, según datos de Lamudi, y corredores como Masaryk, en la CDMX, tenían más de tres decenas de cortinas abajo.
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Actualmente, en la capital del país hay alrededor de 1,053 locales vacíos y en Monterrey 598. Y, aunque la industria no se ha detenido, busca maneras de atraer a las personas a los centros comerciales.
El Grupo Sordomadaleno, por ejemplo, continúa con Expansión Antara, en el que a su centro comercial agrega otras amenidades como alojamientos o espacios para exponer arte. O Puno MAQ, una nueva plaza al sur del país que, más allá de locales de retail, ofrece centros de entretenimiento.