El modelo de venta tiene ventajas para ambos lados, comenta Silvia Brunner gerente de ventas de Rancho San Lucas. El primero, para la empresa, es no desembolsar recursos en la construcción antes de estar asegurada la compra. De esta manera, aseguran la inversión ante un panorama de incertidumbre, como la pandemia de coronavirus, y desarrollan el crecimiento conforme lo demanda el mercado.
Para las personas interesadas, les permite hacer una vivienda totalmente personalizada. Lo único que no puede cambiar es el diseño de las fachadas, elaborado por la firma de Greg Norman, golfista australiano.
El tamaño y estructura se elige entre una gama de ofertas que van desde solo una planta con 150 metros cuadrados, hasta dos pisos con 290 metros cuadrados, en la parte de las villas y en Norman Estates, la zona más lujosa y cercana a la playa, el master plan . El interior también puede cambiar y se puede elegir desde solicitar solo acabados, hasta incluir cojines, mobiliario de cocina, ropa de cama, etcétera.
La oferta de Rancho San Lucas es que el cliente sólo toma las decisiones, ya que cuentan con un despacho de diseño en las instalaciones, en donde hay más de mil propuestas de acabados, así como la opción de que la persona que adquiere la vivienda puede recomendar marcas o estilos. "No construimos sin vender, porque queremos que sea totalmente personalizables, puede decidir si quiere azulejo, la repartición de las habitaciones y otros acabados", detalla Aurora Fregoso, titular de RLS Design Studio.
Modelo… ¿innovador?
En la comercialización de vivienda horizontal, el modelo de pagar una vivienda antes de que sea incluso diseñada, no es común, comenta Juan José Errejón, vocero de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI).
Existen esquemas de preventa de casas, pero con desarrollos ya establecidos y que se asemeja al esquema de oferta de departamentos; “lo que se ve prácticamente en todos los departamentos es una preventa. Al inicio, la construcción se hace desde antes. Desde que firmas el contrato hasta que se concluye la venta y se termina de edificar pasan de 12 hasta 24 meses”, explica el experto y fundador de la desarrolladora Tierra y Armonía.
El objetivo, en el caso de desarrolladoras pequeñas, es que el terreno adquirido sea pagado mientras se edifica, pero este no es el caso de Rancho San Lucas. Los terrenos pertenecen a la desarrolladora desde hace décadas, pero hasta ahora decidieron hacer el desarrollo.

Su modelo responde a buscar ofrecer a los clientes la creación de un hogar para residir de manera permanente, por lo que buscan cubrir las necesidades que requiere a través de adaptar la estrategia. Además, les permite dar pasos más firmes financieramente.
Como plus a los compradores, Rancho San Lucas cuenta con un financiamiento interno que permite solventar 40% del valor de la propiedad hasta a siete años, sin la participación de bancos. "90% de nuestros clientes son extranjeros y en México no existen productos financieros para ellos, entonces ha sido positivo contar con nuestro producto", comenta Carlos Jiménez, director de ventas de real estate.
