Pablo Morayta, CEO de la empresa Colabora, que crea, diseña y opera espacios para las nuevas formas de trabajo, considera que “estamos viviendo cambios fundamentales. Es importante entender hacia dónde nos llevan y aprovechar las oportunidades”.
Para Morayta, antes de la contingencia “ya se vislumbraban tendencias de alta tasa de disponibilidad, lo cual se aceleró durante la misma y esto hizo que la industria se transformara. Al desocuparse metros cuadrados de oficinas tradicionales se empezó a dar un movimiento muy importante de alternativas”. Y añade: “Me cuesta trabajo pensar en alguna industria que se haya visto más disruptiva que la de oficinas”.
Ahora, las empresas afectadas buscan soluciones y respuestas a su situación de oficinas, lo que ha permitido que Colabora y otras empresas de su tipo hayan podido captar y dar el servicio necesario. “Yo creo que la industria de oficinas está creciendo de manera sana”, percibe Morayta.
La compañía cuenta con 6,500 m2 de espacios de trabajo colaborativos, repartidos en cinco lugares en la Ciudad de México, uno en Guadalajara y uno en Cancún, de los cuales 5,000 m2 corresponden a espacios dedicados, compartidos, diseñados a la medida y también crean procesos operativos que se adaptan a los requerimientos de los clientes.
El servicio más solicitado, indica el empresario, es la oficina privada, “la mayoría de nuestros ingresos derivan de las oficinas privadas. En el espacio de Polanco existen 25 y la ocupación es de 100%, lo cual se ha sostenido durante los últimos 9 y 12 meses”.
La ubicación sigue siendo clave en este sector. “Las oficinas tienen que estar donde la gente está o quiere estar. Antes las personas iban a sus oficinas y hoy la oficina tiene que estar en la misma zona que tu casa”. Esto es justamente una de las cosas que ofrece el coworking. Otro beneficio es que se pueden usar diferentes oficinas de la misma empresa en sus diversas ubicaciones.
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Retos también para la flexibilización
La inflación ha jugado un papel complicado en el camino hacia la recuperación, “hemos tenido que ajustar y entender cómo nos afecta hoy y en el futuro, pero la percepción que se tiene es de franca recuperación”. Por otra parte, indica Morayta, “el ticket promedio por escritorio o el precio por metro cuadrado ha aumentado en los últimos 12 meses, hemos vivido un constante crecimiento”.
“Y la manera de enfrentar estos tiempos complicados que estamos viviendo es a través de la innovación y la calidad en los servicios. Las empresas deben pensar en cubrir riesgos que se avecinan o ya están aquí, con un nivel de flujo en caja más sano, cortar gastos, crear un fondo que permita navegar en estas aguas inciertas. Una buena planeación financiera con un producto y un servicio sostenido de calidad son dos variables para seguir adelante”, agrega.
La percepción final es que la demanda de estos espacios alternos de trabajo está en aumento, en función de la desocupación que se aceleró durante la pandemia, pero que ya venía desde antes de la desocupación, indica Morayta, y aunque, calcula, los precios seguirán aumentando, no serán necesariamente prohibitivos.