Al ser un lugar sumamente demandado por la concentración de infraestructura y servicios, la Ciudad de México siempre ha sido una de las más caras del país, pero en los últimos cinco años además es una de las más costosas de América Latina.
En seis años la CDMX escaló del séptimo al segundo lugar de las más caras de AL
La escalada del precio de la vivienda en México ha hecho que dos ciudades del país se encuentren en el top 10 de las que tienen un precio promedio más elevado.
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En septiembre del 2023, la Universidad Torcuato Di Tella, que cada trimestre analiza los precios de las viviendas de la región, colocó a la capital mexicana en segundo lugar por el alto valor del precio promedio de los inmuebles por metro cuadrado, con 2,949 dólares, solo por detrás de Montevideo, Uruguay, con 3,166 dólares.
Monterrey, Nuevo León y Guadalajara, Jalisco, ocupan el tercer y el cuarto lugares del conteo, con 2,621 y 2,535 dólares por metro cuadrado, respectivamente. Por detrás quedan lugares como Santiago (Chile), Río de Janeiro (Brasil) y Buenos Aires (Argentina).
Las tres ciudades mexicanas tuvieron incrementos (reales y en dólares) desde marzo de 2023, el último registro, con 14.2% en la Ciudad de México; 10.3% en Monterrey, y 8.1% en Guadalajara. Fueron las que más crecieron durante ese periodo.
Pero ocupar las primeras tres posiciones no siempre fue la normalidad para estas ciudades. En 2017, la primera vez que se hizo el ranking, la Ciudad de México quedó en séptimo lugar, con 1,895 dólares por metro cuadrado, Monterrey en onceavo, con 1,419 dólares, y Guadalajara en el décimo cuarto, con 1,194 dólares.
El cambio en las posiciones tiene que ver con una modificación en la estrategia de construcción de viviendas que comenzó en 2018 y con el aumento del poder adquisitivo de la población, de acuerdo con Marissa González, analista senior de BBVA.
La experta explicó que la eliminación del subsidio a la vivienda social en 2018 y el encarecimiento de la tierra en las principales ciudades del país hizo que las desarrolladoras se mudaran al segmento residencial, incluso empresas como Ara, Ruba, Javer y Homex que se habían dedicado históricamente a la construcción de inmuebles económicos.
Después de la pandemia, un segundo fenómeno se sumó al encarecimiento de los inmuebles: los nómadas digitales. La especialista explica que personas extranjeras que ganan en otras monedas con mayor poder adquisitivo llegan a México a alquilar inmuebles que les son ofertados más caros, por consiguiente se aprecia la venta, ya que se convierten en negocios rentables para inversionistas.
Finalmente, la tecnología que facilita los procesos de compra ha incentivado las transacciones, principalmente para un público más joven que está en búsqueda de su primera vivienda.
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