La incertidumbre para las vivienderas mexicanas terminó. Después de años de precauciones por entornos económicos inciertos por la pandemia y los conflictos geopolíticos, las desarrolladoras ya tienen una línea por la cual avanzar la construcción y venta de viviendas más caras.
Vivienderas registran crecimiento a pesar de ralentización en ventas
Mientras que en el pasado Javer, Ara y Vinte eran relacionadas con inmuebles del segmento social, se han alejado de esta vocación para dar pie a la comercialización del segmento medio, lo que ha hecho que su dinámica sea muy peculiar: venden menos, pero ganan más.
Durante 2023, las tres empresas reportaron mayores ganancias debido a ahorros operativos, pero un crecimiento en el precio promedio de las casas, que contrarrestó obstáculos como el que vivió Ara con el huracán Otis. Tras la emergencia, la venta de viviendas se ralentizó, pero su apuesta por inmuebles de mayor valor sacó a flote la rentabilidad.
Vinte y Javer, por otro lado, reportaron puras cifras positivas.
Javer
La empresa anunció un 2023 positivo en cuanto a ingresos, ganancias y unidades vendidas, lo que René Martínez, director general de la compañía, califica como “el mejor marco para concluir los festejos de nuestro 50 aniversario”.
En el reporte presentado a la BMV destacó un crecimiento de 22.5% de la utilidad antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (UAFIDA) en todo el año en comparación con 2022, que se atribuye a un incremento en el valor de los inmuebles y la contención de los costos de los principales insumos. Los ingresos llegaron a 8,904 millones de pesos, cuando un año antes fueron de 1,140 mdp.
La viviendera tuvo un aumento de 9.7% en el precio promedio de las propiedades, para quedar en los 725,000 pesos, que llevó al margen bruto de 20.6% a 28.5% el año pasado.
El directivo de la desarrolladora destacó que 11 nuevos proyectos en Aguascalientes, Estado de México, Jalisco, Nuevo León, Puebla y Querétaro aportaron 1,669 unidades del total de ventas, o 13.7%, y se espera que este año se vendan 2,600 casas más.
Para 2024, también planean abrir 14 proyectos nuevos y aumentar el precio promedio de los inmuebles en 800,000 pesos.
Vinte
El año pasado fue uno de los mejores en la historia de la viviendera, pues rompió el récord de ingresos por escrituración de propiedades. Estos aumentaron 1.8% a nivel anual, a pesar de una menor cantidad de unidades vendidas, pues en 2022 colocaron en el mercado 1,332 y en 2023 fueron 1,139.
Los ingresos totales también crecieron a un total de 4,820.5 millones de pesos, un aumento de 10.6% en comparación con 2022.
Además, el valor de los inmuebles aumentó. El precio promedio fue de un millón 148 mil pesos, contra un millón 091 mil pesos del periodo anterior.
El Ebitda también tuvo un desarrollo positivo con 14.1% y pasó de 757.3 millones de pesos a 863.9 millones de pesos. La utilidad neta pasó de 412 millones a 433 millones de pesos en un año.
Ara
La viviendera tuvo un 2023 lleno de contrastes. Sus ingresos, de 6,749.3 millones de pesos, cayeron 3% respecto al año previo y los que se refieren sólo al ámbito habitacional también tuvieron una caída de 2.7%, pero las ganancias crecieron. La utilidad tuvo un crecimiento de 4.7% al sumar 729 millones de pesos, mientras que en 2022 fue de 669 millones de pesos. El ebitda también incrementó 4.2%.
A la par se desarrolló el valor de la vivienda. El precio promedio llegó a un millón 156 mil pesos, con un incremento de 9.8% respecto al año anterior. Esto, junto a una estrategia de gastos no recurrentes presentados en 2022 fue lo que hizo que aumentara la rentabilidad de la compañía.
El descenso de la facturación se debió en gran parte al huracán Otis. “En los primeros nueve meses de 2023 esta plaza representó el 18% de nuestros ingresos habitacionales correspondientes a tres desarrollos: Punta Mar, que atiende al segmento de tipo medio; Puerta al Sol, con vivienda de tipo medio y residencial; y Dream Diamante, de tipo residencial, dijo Germán Ahumada, director general, en el reporte a la BMV.
No obstante, aclaró que los daños a los desarrollos no fueron significativos. Se concentraron en los almacenes y áreas comunes cercanas al mar. Para finales del año, los desarrollos ya continuaban con operaciones, así como las actividades de comercialización y construcción.
“Si bien aún no tenemos el nivel de ventas previo al Huracán Otis, hemos observado una recuperación gradual y superior a la que estimábamos”, agregó el directivo.