Para Finsa, los esfuerzos que ha realizado el gobierno federal en el sureste del país están por rendir frutos. La empresa, que ha desarrollado al menos 12 millones de metros cuadrados de naves industriales en México, ha girado su atención a los estados que han sido el objetivo del actual presidente Andrés Manuel López Obrador y, que hasta el momento, no han tocado con pala y cemento.
Finsa está lista para construir naves industriales en el sureste
La desarrolladora tiene en la mira las iniciativas del gobierno federal para fortalecer los estados del sur del país en los que aún no han edificado.
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Héctor Salas, director de Nuevos Negocios del Bajío de Finsa, dijo a medios de comunicación que están "volteando al sur" y ya han participado en visitas exploratorias al corredor del Istmo de Tehuantepec.
La expansión hacia el sureste se presenta como una oportunidad estratégica para Finsa, considerando la saturación y los altos costos en otros mercados tradicionales, como el del norte del país. "Hay mercados que ya son muy caros, la tierra está muy cara, la energía ya está agotada", señaló Salas. "Entonces, el camino lógico es irnos a donde existe la infraestructura".
El gobierno federal ha realizado esfuerzos para que las empresas muden sus operaciones a esta zona, como el desarrollo del Tren Interoceánico, la implementación futura del Tren Maya como ferrocarril de carga y los polos de desarrollo.
En estos, también ha tenido participación la compañía. "Estuvimos al pendiente, pero se detuvieron. Pero ya se están retomando. Me parece que seguirán la próxima semana", explicó.
La próxima presidenta, Claudia Sheinbaum, ha propuesto la creación de 100 parques industriales en su administración, una meta que Salas considera ambiciosa pero factible. "Hablar de 100 parques industriales en seis años, sí es factible", comentó, aunque subrayó la importancia de considerar el tamaño y tipo de cada proyecto.
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México cuenta con alrededor de 470 parques industriales, según datos mencionados por Finsa. La propuesta de Sheinbaum representaría un incremento significativo en un período relativamente corto. "Es una meta muy agresiva, lo cual implica que hay que trabajar en conjunto gobierno e iniciativa privada", señaló el ejecutivo de Finsa.
No obstante, ni la detonación ni el desarrollo de naves industriales en esta zona se darán de manera inmediata.
Héctor Salas señaló que la implementación de proyectos en el sureste conlleva desafíos importantes. "Tienes que checar muy bien los tiempos y los montos de inversión. Y sobre todo la industria de soporte para las empresas que se instalen en el mismo", explicó. El ejecutivo enfatizó la necesidad de desarrollar un ecosistema industrial completo, lo cual requiere tiempo y planificación cuidadosa.
"Por ejemplo, si tienes una fábrica de inyección de plástico, se te daña algo, temas de impresión o temas de prensas, tienes que buscar industria de soporte para que tu operación no sufra por algún tema de mantenimiento o de algún imprevisto que tengas", y agregó "tiene que ser un ecosistema, no nada más fabricar. Y eso se te lleva tiempo de desarrollar".
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El éxito de esta iniciativa no solo dependerá de la capacidad de Finsa para adaptarse a un nuevo entorno, sino también de la efectividad de las políticas públicas para crear un ambiente propicio para la inversión y el desarrollo industrial.
La colaboración entre el sector privado y el gobierno será fundamental para materializar el potencial del sureste mexicano como un nuevo polo de crecimiento económico.
La diversidad de los parques industriales es otro factor a considerar. Héctor Salas mencionó que existen "parques agroindustriales, parques automotrices, parques just-in-time", entre otros. Esta variedad implica que la implementación de la meta de 100 nuevos parques requerirá una planificación detallada y adaptada a las necesidades específicas de cada región y sector industrial”.
El desarrollo del sureste también plantea preguntas sobre la adaptación de la industria a las condiciones locales. Los centros de logística o de datos podrían enfrentar mayores desafíos en términos de mano de obra especializada. La diversificación geográfica que pretende Finsa, empresa con más de 70 ubicaciones en México, no se limita al sureste.
La desarrolladora también está explorando oportunidades en otras regiones, incluyendo el área cercana al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). "Estamos viendo todo México porque, como les decía, al final hay mercados que se están saturando y tenemos que voltear a ver a otros", explicó Salas.
Un aspecto crucial para el éxito de estos proyectos es la disponibilidad y capacitación de la mano de obra local. Salas comparó la situación actual con el desarrollo industrial en La Laguna hace 20 años, donde industrias como la textil se adaptaron a las habilidades existentes en la región.
De acuerdo con sus clientes, el tipo de industrias que se busca atraer actualmente, como la electrónica y la producción de baterías, pueden representar un reto mayor en términos de capacitación.
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