Las estrategias para el regreso de la vivienda social
“No es sólo construir, sino generar condiciones para que los proyectos sean viables. Se requiere una coordinación entre desarrolladores, municipios y estados para disminuir los tiempos y costos de trámites”, detalla Luis Alberto Moreno Gómez Monroy, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda.
En respuesta a los nuevos programas, el sector privado implementa estrategias para adaptarse. Canadevi y otras voces del sector identifican acciones clave en varias regiones del país.
Estamos viendo un cambio en la estructura de los proyectos. Las unidades tienden a ser más pequeñas, pero funcionales. El reto está en optimizar los costos y asegurar que los proyectos sean rentables.
Luis Alberto Moreno Gómez Monroy, presidente de la Canadevi.
La industria apuesta por viviendas más compactas, de entre 50 y 60 metros cuadrados, que optimizan el uso del espacio. Estas unidades, orientadas a familias pequeñas, buscan precios accesibles de entre 500,000 y 800,000 pesos.
Esta tarifa de precios es la prioridad. Tras el anuncio del permiso de adquirir 100% de las acciones de Javer, el director general de Vinte, Sergio Leal, dijo que con la viviendera fortalecerían su capacidad de hacer inmuebles de valores debajo del millón de pesos, lo que demanda el mercado.
El gobierno federal también tiene se alineará a esta fórmula con la construcción de unidades de entre 40 y 60 metros cuadrados, enfocadas en jóvenes o familias, para venta y renta.
En el norte del Valle de México, municipios como Tecámac y Tizayuca se han convertido en puntos estratégicos para proyectos de vivienda social, gracias a la disponibilidad de suelo a precios más accesibles y con infraestructura básica de servicios.
Algunas desarrolladoras ya comenzaron proyectos piloto en zonas de alta demanda. En Monterrey, por ejemplo, el 54% de las viviendas vendidas está orientada al interés social, según un análisis de Tinsa, una consultora inmobiliaria.
Para reducir costos, el sector recurre a tecnologías como materiales prefabricados y procesos industrializados, que reducen los tiempos de obra y optimizan recursos. “El uso de procesos industrializados es clave para ofrecer viviendas de calidad a precios accesibles”, explica Luis Alberto Moreno Gómez Monroy, presidente de Canadevi.
El papel del Infonavit es fundamental en esta adaptación. Con una cartera de créditos robusta y la flexibilidad que otorga su reforma, el organismo se perfila como el principal impulsor del financiamiento para la vivienda social.
“El Infonavit tiene el potencial financiero y operativo para ser el motor del regreso de la vivienda social. Nuestra labor como desarrolladores es aprovechar estos recursos para generar oferta que responda a la demanda real”, afirma Canadevi.