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Comprar o rentar vivienda en la CDMX, dilema para la juventud

Ahorrar el 30% del ingreso mensual para comprar o destinar ese dinero a otros objetivos mientras se renta, son las opciones que evalúan los jóvenes en CDMX.
jue 05 diciembre 2024 05:30 AM
¿Qué es mejor: comprar o rentar departamento o casa en CDMX?
Rentar ya no es sinónimo de tirar el dinero. Hacerlo con objetivos claros y un plan de inversión puede ser igual de atractivo que adquirir una vivienda.

Comprar o rentar vivienda es una de las decisiones más importantes para los jóvenes que buscan independencia en la Ciudad de México. Cada opción tiene ventajas y desventajas dependiendo de factores como la estabilidad económica, los ingresos y las metas a largo plazo.

Fernando Soto-Hay, experto en finanzas inmobiliarias, subraya que “la compra de una vivienda no es un acto espontáneo, sino un proceso que requiere disciplina de ahorro y planeación”.

Por otro lado, Justino Moreno, director de consultoría de Tinsa, coincide en que, aunque comprar es una inversión sólida, rentar puede ser una opción estratégica para aquellos que buscan flexibilidad o no cuentan con los recursos iniciales para adquirir un inmueble.

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Comprar: el camino hacia el patrimonio

Comprar una vivienda en la Ciudad de México representa una inversión a largo plazo que ofrece beneficios como la generación de patrimonio, la estabilidad financiera y la posibilidad de utilizar el inmueble como garantía para créditos adicionales.

Sin embargo, este proceso implica retos significativos, como reunir el enganche —equivalente a entre 10% y 20% del valor de la propiedad— y cubrir los gastos notariales, que pueden representar entre el 7% y el 9% del precio del inmueble.

Soto-Hay explica que una de las claves para lograrlo es la disciplina de ahorro. “Los jóvenes deben acostumbrarse a ahorrar al menos el 30% de su ingreso bruto mensual para alcanzar el capital necesario. Este esfuerzo puede llevar varios años, pero les permitirá cubrir el enganche y los gastos notariales, además de garantizar estabilidad económica en el futuro”.

Un beneficio importante de comprar es la posibilidad de construir patrimonio a largo plazo. Justino Moreno destaca que aunque las tasas de interés hipotecarias actuales rondan entre el 9.75% y el 10.5%, lo que incrementa las mensualidades, estas contribuyen directamente a la amortización del capital.

“Al final del plazo hipotecario, el comprador cuenta con un activo cuyo valor probablemente habrá aumentado, generando una base sólida para futuros proyectos financieros”, señala.

Según Tinsa, el mercado actual refleja una amplia disparidad en precios. Mientras que en zonas como Iztapalapa el precio por metro cuadrado es de 17,450 pesos, en Miguel Hidalgo y Cuajimalpa alcanza los 70,000 pesos o más. Estas diferencias obligan a los compradores a evaluar cuidadosamente la ubicación y el potencial de plusvalía antes de tomar una decisión.

Rentar: flexibilidad con propósito

Rentar una vivienda ofrece una alternativa más accesible para quienes buscan flexibilidad o enfrentan incertidumbre laboral o financiera.

A diferencia de comprar, rentar no requiere un enganche ni gastos notariales, lo que permite a los jóvenes destinar sus recursos a otras prioridades, como educación, viajes o inversiones más líquidas.

Fernando Soto-Hay enfatiza que rentar no necesariamente implica una pérdida financiera si se maneja con estrategia. “Alquilar puede ser una solución temporal para quienes no tienen estabilidad laboral o no han reunido el capital necesario para comprar. Además, permite a los jóvenes destinar sus ingresos excedentes a inversiones, fondos indexados o incluso mejorar su calidad de vida”.

Además, las plataformas digitales y las rentas institucionales han simplificado los requisitos, eliminando la necesidad de un aval tradicional y sustituyéndolo por esquemas más accesibles, como el uso de tarjetas de crédito como garantía.

El mercado de rentas en la Ciudad de México también varía según la zona. En alcaldías como Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc, los precios promedio superan los 21,000 pesos mensuales, mientras que en Iztapalapa y Venustiano Carranza es posible encontrar opciones por debajo de los 10,000 pesos al mes.

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Para quienes optan por rentar una vivienda, el ahorro generado al pagar una renta más baja que las mensualidades de una hipoteca puede convertirse en una oportunidad para diversificar sus finanzas. De acuerdo con los especialistas remanente de ingresos, en lugar de destinarse a una propiedad, puede canalizarse hacia inversiones que ofrezcan rendimientos más inmediatos o flexibles.

Opciones como los fondos indexados, criptomonedas o incluso un portafolio de inversiones en mercados financieros permiten a los jóvenes maximizar su capital sin los compromisos de largo plazo que implica una hipoteca.

Factores adicionales a considerar

Además de los costos directos, es importante analizar las implicaciones de cada opción en términos de estabilidad y flexibilidad.

Comprar, por ejemplo, puede complicarse en situaciones como la compra en pareja. En caso de separación, dividir el inmueble y concretar su venta puede tomar meses.

Aunque sí se está más protegido porque como va con un crédito hipotecario, el banco hoy en día ya se protege de muchas formas y protege la propiedad. Entonces cuando firman, firman los dos. Ahí entra todo un proceso de cobranzas, de qué va a pasar con la propiedad, etcétera.
Justino Moreno, director de Consultoría de Tinsa.

En contraste, la renta permite resolver estas situaciones de manera más ágil, ya que cada parte puede buscar una nueva vivienda sin mayores conflictos, aunque generalmente la persona que firmó el contrato es la que se queda con el alquiler.

Los requisitos para comprar o rentar también son diferentes. Mientras que la compra requiere estabilidad laboral, un buen historial crediticio y la capacidad de reunir un enganche, la renta suele implicar requisitos más flexibles, como un aval o el pago de una fianza jurídica.

Sin embargo, Soto-Hay advierte que los gastos asociados a la renta, como servicios y depósitos de garantía, pueden sumar significativamente si no se planifican adecuadamente.

El mercado actual: retos y oportunidades

El mercado inmobiliario en la Ciudad de México presenta retos significativos para los jóvenes. Las rentas en las zonas céntricas han incrementado hasta un 20% en el último año, mientras que los precios de venta de viviendas han registrado un aumento del 11.2% anual. Estas tendencias han llevado a un desplazamiento hacia alcaldías más accesibles, como Iztapalapa o Gustavo A. Madero, o incluso hacia la zona conurbada.

La decisión entre comprar o rentar vivienda en la Ciudad de México debe basarse en un análisis profundo de las metas personales y las circunstancias financieras, coinciden los especialistas.

Comprar es ideal para quienes buscan estabilidad y están dispuestos a asumir compromisos a largo plazo. Por su parte, rentar ofrece flexibilidad y menores costos iniciales, lo que lo convierte en una opción viable para quienes se encuentran en etapas de transición.

Como señala Soto-Hay, “la clave está en planificar con disciplina y alinear las decisiones financieras con los objetivos personales”. Tanto la compra como la renta tienen beneficios y desventajas, pero el éxito radica en elegir la opción que mejor se adapte a las necesidades actuales y al futuro deseado.

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