Los interioristas 'le dan el feeling' a las obras de teatro
La relación entre escenografía, arquitectura y diseño interior es cada vez más fuerte, a decir de algunos especialistas. Universidades como la Complutense de Madrid ya ofrecen cursos que conjuntan esas disciplinas.
Para el arquitecto y escenógrafo José Larroa-Fink, fundador de TWA - Creadores de espacios, las escenografías son un nicho de trabajo para el interiorismo, pero admite que se requieren ciertos elementos de la industria del espectáculo para poder realizar una buena producción, se necesita feeling dice, eso es parte de un fracaso o un éxito escenográfico. Y cree que los interioristas deberían cooperar con producciones para proponer gestos más creativos en escena.
La inversión en una escenografía, cuenta el productor Federico González Compeán, tiene que ver con la obra, va de 16 millones de pesos (mdp) a 400,000 o 500,000 pesos, y de eso los elementos como decorados o de diseño interior tienen un costo de 20 a 30%.
González Compeán pone como ejemplo la escenografía de Mary Poppins, que tiene un costo de 1 millón de dólares (mdd) porque tiene mucha automatización; es mucha y muy grande.
Mary Poppins. Producción: Ocesa. Cortesía Mejor Teatro
El escenógrafo español Juan Ruesga considera que el presupuesto es muy variable en estos tiempos.
Comenta que hay proyectos escenográficos aparentemente muy sencillos de mobiliario en el escenario, pero que implican elementos tecnológicos complejos, como proyecciones, audiovisuales editados, etc. A veces "la sencillez es cara, pero resulta muy comunicativa".
En cualquier caso, el presupuesto disponible y los medios propios de la compañía o productora son datos de partida de la producción y, por tanto, del diseño.
El arquitecto, escenógrafo y docente de la Escuela Nacional de Arte Teatral, Arturo Nava, afirma que una producción con una inversión digna cuesta, en el rubro de la escenografía, entre 200,000 y 500,000 pesos, de los que 30% se destina a muebles, pisos y cortinajes, y el resto a material y mano de obra para la elaboración de la escenografía, mudanza y montaje en el teatro.
El purgatorio. Con escenografía de TWA se evocan interiores de un cuarto de hospital. Credito: Cortesía TWArquitectura
A pesar de la inversión, Morris Gilbert cuenta que cuando las escenografías ya no se usan, se reciclan, se mandan a Brasil o a Argentina, países que compran los derechos y las escenografías, pero la mayor parte de las veces, se destruyen.
El hecho de contratar interioristas para trabajar en escenografía depende de la obra y de si ésta requiere realismo o no. El productor teatral Morris Gilbert dice que es un lujo pero que vale la pena.
Pero el productor Federico González Compeán advierte que los interioristas que quisieran desarrollarse en este campo deberían tener mucha sensibilidad y la capacidad técnica de generar espacios con pocas cosas, además de cultura general y de cierto toque y magia.
Afirma, además, que en México no hay tanta inversión teatral y que no tenemos una industria tan grande como en Nueva York o Londres. Las producciones en el país son por lo regular pequeñas, por eso se necesita tanta creatividad.
El cartero. Escenografía y cortesía TWArquitectura
González Compeán estima que sería difícil pagar a un escenógrafo y además a un interiorista porque muchas veces el escenógrafo hace esa tarea, incluyendo la iluminación, pero la historia dice otra cosa.
Para el arquitecto, escenógrafo y docente Arturo Nava, desde épocas anteriores el diseño interior ha estado presente en el ámbito escenográfico, pero a partir del inicio del siglo XX cobró mayor importancia.
Explica que antes la pintura escénica era la encargada de mostrar los elementos arquitectónicos y decorativos en telones de papel, pero con la introducción de los temas realistas y tridimensionales, propuestos por el escritor ruso Antón Chéjov, el espacio tuvo significativas modificaciones.
Night Mother. Esxenografía y cortesía: TWArquitectura
Debieron integrarse, agrega, acabados en pintura o tapicería en muros, pisos y plafones que daban el cerramiento espacial que mostraba la vida de los personajes en su vida cotidiana, dependiendo de su estrato social, por lo que los escenógrafos recurrieron a los anticuarios, proveedores de muebles y accesorios de ornato que hacían creíbles y auténticos los espacios requeridos en las obras.
Para alguien que está familiarizado con la organización de espacios decorativos, mobiliario y acabados, este terreno se vuelve mucho más dúctil y efectivo. Un interiorista maneja con mayor fluidez los estilos de diferentes épocas, los tipos de mobiliario y acabados, el uso del color y las texturas.
Arturo Nava llama "utilería de mano" a las alfombras, tapetes, cortinas y otros aspectos que hacen que el espacio escénico tenga un complemento visual congruente a la época requerida.
Juan de Mairena. Escenografía y cortesía Juan Ruesga
Una añeja profesión
Para uno de los más destacados escenógrafos e iluminadores mexicanos y ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2001, el arquitecto Alejandro Luna, “la escenografía la hacen los arquitectos”.
Recuerda que desde el antiguo teatro griego, ya era un arquitecto, Fidias, quien realizaba las escenografías. En Grecia, hace 2,400 años, fue Fidias. Hace 500 años, durante el Renacimiento italiano, fueron hombres como Leonardo Da Vinci, maestro en el manejo del espacio y de varias disciplinas —entre éstas, la arquitectura—, quienes se hicieron cargo de diseñar la ambientación teatral.
Los Miserables. Producción: Ocesa. Cortesía Mejor Teatro
A pesar de que los arquitectos trabajan con elementos reales, al momento de hacer una escenografía, esos elementos se tienen que evocar.
El productor Morris Gilbert explica: "Para que la escenografía se vea real no deben usarse elementos de uso cotidiano, sino teatrales, ya que los elementos que se usan deben soportar el uso que les impone la potente iluminación y la cotidianidad que de ellos hacen los actores".
Federico González Compeán, también productor de teatro, pone un ejemplo acerca del realismo en las esenografías, y de ese poder evocativo que demandan.
En la obra Si nos dejan, el escenógrafo Jorge Ballina creó un mar, unas olas que rompen en la playa, con un pedazo de tela, un poco de iluminación y un ventilador que "costó muy poco, y además, se vé espectacular. No fue necesario traer pipas de agua para darle realismo a la obra".
Pero si se buscan escenarios más realistas que evocativos, la arquitectura puede aportar soluciones. El arquitecto y escenógrafo José Larroa-Fink pone mayor énfasis en el diseño interior que va desde las toallas de mano, las velas, la iluminación de oficina hasta cómo va nivelado un cuadro.
"El artista plasma lo que quiere en una idea muy subjetiva; si la gente lo entiende, bien, y si no le entendió, pues al artista no le importa".
Mary Poppins. Producida por Ocesa. Cortesía Mejor Teatro
Y añade: "Yo, como arquitecto, quiero que la escenografía tenga cierto realismo, porque mi forma de hacer el acercamiento, tanto a la obra como a la gente, es como un usuario más del teatro que va a ver un espectáculo para sentirse identificado".
Algunos arquitectos dedicados a la escenografía hacen maquetas, otros utilizan planos en 3D para que el director y los actores jueguen con el trazo en tiempo y escala real dentro del escenario. Hay muchas más variantes. Pero un sólo concepto en el que todas las visiones convergen es: el manejo y la organización del espacio.
El escenógrafo y también arquitecto Juan Ruesga, ganador del premio a la mejor escenografía en el XIX Festival de Teatro 'Ciudad de Palencia' por la obra Yerma, en 1998, afirma que la plástica escénica no debe ser un aditamento, debe ser parte esencial de la propuesta dramática.
Aquí Ruesga ambienta algunos escenarios del poder. Cortesía Juan Ruesga
Los conocimientos de arquitectura, aseguran algunos de los expertos consultados, como el escenógrafo y maestro de la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT), Arturo Nava, y el arquitecto español Juan Ruesga, mejoran los resultados en escenografía. Los arquitectos tienen, por ejemplo, una mejor organización del espacio sobre un escenario, comentan.
Por ejemplo, Larroa-Fink, de TWA tuvo que recrear en 2008 una sala de juntas para la obra Pájaro negro, entonces dirigida por Humberto Zurita.
Cortesía TWArquitectura
El escenógrafo utilizó la tercera dimensión teatral, la profundidad y, en un pasillo, detrás del primer plano, instaló más oficinas en un espacio diminuto.
Y para darle más realismo, Larroa-Fink añadió una tarja y un espacio con casilleros. "Bajamos luminarias de una obra arquitectónica y la combinamos con la iluminación teatral para que la gente sintiera realmente que es un espacio hecho para juntas, dentro de una oficina".
Juan de Mairena. Dirección: Pedro Álvarez-Osorio. Cortesía TWArquitectura