La Cupcakería, un diseño mexicano, pero sin charrería
En 2011 nació el concepto de La Cupcakería en México, trayendo influencias de otros países y el nuevo sabor de estos ya famosos pastelitos, pero no fue sino dos años después, que esta tienda adquirió un nuevo significado al consolidar su identidad a través del diseño de nuevas sucursales.
Una de las colonias con mayor influencia y que da cabida a nuevas tendencias en la Ciudad de México, La Condesa, aloja ahora a la tienda maestra La Cupcakería, que da un segundo paso con el diseño hecho especialmente para este lugar, tomando en cuenta valores como la frescura y la diversión, pero también la nostalgia, y una estética donde el gran ganador es el producto.
Con 11 tiendas en su haber, el dueño, José Martín, solicitó un diseño que incluyera "un concepto mexicano sin caer en todo este asunto de la charrería", basado en un estilo propio de los años 50 y 60 que recuerda las casonas modernas del Pedregal con paredes de piedra, así como los espacios amplios y pulcros.
"Quisimos traer ese momento, pero hacer una fusión de lo que estás viviendo ahorita", comenta Martín.
Cortesía Avroko
Es así que uno de los elementos más importantes de esta tienda es un piso de piedra pizarra que sube por toda la pared derecha envolviendo el lugar de casi 100 m de extensión, para luego contrastar con elementos naturales, como un gran cinturón de madera de roble claro que se extiende hacia arriba del local, con una altura de más de tres metros, y que en un costado de la tienda se convierte en estante para libros, tazas, relojes, etc.
Lo anterior, explica Martín, da esa sensación cálida, y la madera lo hace acogedor. Utilizamos una jardinera, "para que también se sienta vivo el espacio".
En ese afán de retomar el estilo vintage que desde un inicio tuvo La Cupcakería, los colores menta y chocolate del logo se mantienen en el diseño, aunque sólo son toques en algunos objetos y en el azulejo de la cocina.
"Mucha gente cree que hubo una influencia estadounidense muy marcada, pero aquí se hizo nuestra, y quisimos dar ese look a nuestra imagen con los colores", explica el dueño.
Cortesía Avroko
La parte más llamativa se halla en el centro, donde resalta la gran paleta de colores creada por los propios cupcakes, mostrados a través de una gran vitrina, y que hacen lucir al producto como lo que es, lo más importante, tal y como lo define el arquitecto Rafael Rivera, de Habitación 116, quien está a cargo del proyecto de diseño interior.
"Se buscó hacer un espacio muy limpio donde la estética tampoco ganara tanto, para que los cupcakes se volvieran la parte importante y la que resaltara dentro del espacio", afirmó Rivera, quien aseguró que tomando en cuenta eso, fue que decidieron emplear materiales neutros, "para que el colorido de los cupcakes sea lo que llame la atención".
También en el centro se advierte una suerte de doble altura con una 'campana' de vidrio martillado, la que nuevamente conduce a los años 50, estilo que también se advierte en las ventanas que dejan a la vista la cocina, y en el mobiliario. Las lámparas se mandaron a diseñar especialmente para este concepto, al igual que la instalación eléctrica, de sonido y de aire acondicionado, todo aparente, y "es un poquito como industrial en ese sentido", dice Rivera.
Cortesía Avroko
La mayoría del mobiliario se hizo especialmente para este concepto, "no hay una marca en sí que hayamos incluido, fuera de algunas sillas de Studio Roca y algunas sillas de Saarinen, que son como de rejilla", aseguró.
Influencias para una personalidad
El estilo "vintage contemporáneo, sutil, algo sofisticado y bastante neutro", con el que Rivera definió el diseño de La Cupcakería, no vino sólo, es clara la tendencia que las tiendas de cupcakes están marcando alrededor del mundo, luego de que estos postres se pusieran de moda a inicios del siglo XXI en Estados Unidos, principalmente en Nueva York.
Tiendas como Lola’s Cupcakes en Inglaterra, The Cupcake Boutique en Alemania, Joy Cupcakes en Australia o Crave Cupcakes en Estados Unidos, muestran diferentes tendencias en el diseño de estos comercios, aunque en esencia mantienen unidad en los colores neutros o pasteles, así como una gran pulcritud y la mezcla entre lo actual y lo vintage, algunas con ciertos toques más contemporáneos, explica Rivera.
Tomadas de Flickr/ Yossawat
"Hay como dos corrientes estéticas que se manejan dentro de los locales: uno es el típico local, como muy americano, con una estética hasta medio victoriana, muy clásica, llena de tapices, muy femenina (eso pasa en Estados Unidos principalmente y en algunas en Inglaterra)", comenta el artífice del diseño de La Cupcakería. Pero hay otra, agrega, que "fue por la que nos quisimos ir, que son locales más contemporáneos, más limpios, desprovistos de mucha decoración que trata de darle más enfoque al producto".
"La vitrina es como un gran cubo de cristal donde están expuestos los cupcakes, y pareciera que estás viendo piezas de joyería. Era elevar el pastel para que no se vea como un objeto del deseo", explica.
Tomadas de Flickr/ Yossawat
Esa idea fue la que siguió la tienda de Sonora, con 2 mdp y seis meses de trabajo, y que ya replica su concepto en dos locales más: en el Aeropuerto y en Polanco.
"Las ventas van en incremento cada día, nos hemos beneficiado en cuestión de que la gente llega y le encanta el lugar, se siente cómoda, siempre es bonito llegar a un lugar bonito y nos ha beneficiado la imagen bastante", asegura el propietario José Martín.
Tomadas de Flickr/ Yossawat