El Nobu Hotel 'apuesta sus cartas' al Caesars Palace
Luego de dos décadas de crear un estilo de vida y filosofía dentro de los restaurantes de comida japonesa Nobu —caracterizados por una atmósfera íntima y una integración de diseños orgánicos en fusión con estilos muy orientales, en algunos casos minimalistas—, David Rockwell, junto con su despacho arquitectónico Rockwell Group, logra extender su concepto con la apertura del primer Nobu Hotel en medio del emblemático Caesars Palace, en la ciudad del entretenimiento: Las Vegas, Nevada.
Este edificio y su concepto es el resultado de una colaboración entre el Caesars Palace, el chef Nobu Matsuhisa y Nobu Hospitality, accionistas principales, incluyendo al actor Robert De Niro y el productor de cine de Hollywood, Meir Teper, que han forjado un camino de calidad desde 1994, cuando se diseñó el primer restaurante Nobu en el centro de Manhattan. Hoy los restaurantes Nobu tienen presencia en más de 25 ciudades en el mundo, entre éstas, México.
Con una dimensión de 130,000 metros cuadrados (m2), el hotel de reciente apertura cuenta con 181 habitaciones que incluyen 18 suites (10 Hakone suites, seis suites y dos Sake Nobu penthouse suites dúplex) que van de 83 a 167 m2 aproximadamente.
"Quisimos crear un hotel único de la mano de la filosofía de Nobu y el estilo juguetón, también quisimos reimaginar lo mejor de las influencias de oriente y occidente, combinándolas con el estilo de la firma japonesa Nobu y con elementos de gran tamaño para revelar un toque de glamour de Las Vegas", cuenta a Obras el arquitecto David Rockwell.
Cortesía Eric Laginel /Rockwell Group
El restaurante y el lounge tienen 12,775 m2, lo que lo convierte en el más grande de la cadena Nobu, pues cuenta con 327 asientos para sus comensales. Este espacio continúa con el estilo orgánico natural pero al mismo tiempo divertido que se buscó en el diseño integral de la edificación.
"Queríamos que la atmósfera fuera de teatro y salón al mismo tiempo. Crear un concepto global de lujo informal, con el equilibrio de la energía única de teatro de Las Vegas. El diseño reinterpreta juguetonamente elementos japoneses tradicionales con la actualidad de esta ciudad", agrega Rockwell.
Además, esta área se complementa con el bar, el salón y el comedor, lo mismo que con varias zonas de comedores privados, lo que en general hace que el restaurante resalte por su ambiente íntimo, que se refuerza con pantallas onduladas que envuelven todo el lugar, así como la iluminación y los kimonos. La paleta de colores que se implementó en el área del restaurante ofrece principalmente rojo, marrón y gris.
Cortesía Eric Laginel /Rockwell Group
Armonía Zen
Los efectos de tranquilidad, armonía y confort se lograron por medio de materiales naturales como la madera y la piedra, que constituyen la mayor parte del diseño que se complementa con los techos del vestíbulo cubiertos con bloques de madera irregulares y patrones elaborados a partir de tres tipos diferentes de madera, lo que también se reproduce en las habitaciones.
"Incorporamos materiales naturales y formas orgánicas como mesas de madera de última generación y baños equipados con madera de teca y baldosas de piedra japonesa 'umi'", explica el arquitecto.
Rockwell define el ambiente de los dormitorios como "relajante e informal", lo que se logró "abarcando la comodidad y la textura de materiales naturales en bruto" y por medio de una paleta de colores naturales en la que "los tonos neutros se yuxtaponen con toques de colores e inesperados gráficos llamativos que representan formas japonesas tradicionales y contemporáneas, vinculando el arte japonés moderno y tradicional".
El diseño se complementa con artículos decorativos, cojines, e incluso obras de arte de donde surgen toques de aqua y morado que interactúan con el color beige de las alfombras Durkan y Sacco con dibujos que evocan formas de relieve, paisajes marinos y movimientos activos, lo que hace que se mantenga "fiel a la estética de Nobu".
Cortesía Eric Laginel /Rockwell Group
Las telas de las cortinas son de alta calidad, por lo que se echó mano de marcas como Telas Richloom para algunas cortinas, mientras que las suites se vistieron con Opuzen y DeGournay.
Para revestir paredes se utilizaron distintos papeles pintados de marcas como Elitis (Donghia), Phillip Jeffries, Maharam y Koroseal.
El arte también forma parte importante dentro de todo el hotel y, por lo tanto, de las habitaciones, donde se pueden encontrar piezas de diversos artistas japoneses que exhiben una mezcla de estampados tradicionales y diseños expresionistas.
La influencia japonesa se puede observar en cada rincón, incluso en el baño, como lo explica Rockwell. "Los baños disponen de recios cuencos establecidos en la madera a manera de pedestal, diseñados para evocar una fuente del jardín. El Chef Nobu Matsuhisa añadió comodidades selectas como el taburete de baño de teca localizado en cada ducha: una mercancía que se observa frecuentemente en casas de baños tradicionales japoneses", señaló. Para esta área tan privada se utilizaron accesorios como los grifos Moen y el inodoro de Toto Neorest.
Cortesía Eric Laginel /Rockwell Group
"El mobiliario refleja la influencia de diseñadores, cuyas formas proceden directamente de la naturaleza, y que ofrece un confort moderno que es elegante y casual a la vez", precisa Rockwell, quien revela que muchas piezas provienen de distintos proveedores, como es el caso de Beverly Muebles, Vaughan Benz, Berman Falk e Indon.
Pero no sólo la relajación y la comodidad están dentro del proyecto de Nobu Hotel, pues también la picardía halla su lugar a través de estilos juguetones que se consiguen con la propuesta de iluminación, o de elementos que refieren los mundos del casino; por ejemplo, seis suites que cuentan con mesas de billar.
"Se utilizaron lámparas de gran tamaño inspiradas en batidores de té japoneses y también hay unos diseños como kimonos estampados que caen dramáticamente desde el techo del restaurante. Estos diseños se hicieron totalmente personalizados y los proveedores para el restaurante fueron Molo Design y Spike Lighting", precisa Rockwell.
Otros proveedores inmiscuidos en diferentes espacios del hotel fueron Mario para la suite y la habitación, Michi para las salas de las suites; además de Hallmark Colectiva y Delmar, que también se unieron con sus productos.
Según Rockwell, el diseño integral del nuevo Nobu Hotel ofrece beneficios a sus clientes, quienes logran ser conquistados por la mezcla de estilos que ya es considerada toda una filosofía de años.
"Queremos que los huéspedes sientan la filosofía completa de la forma de vida Nobu. Al igual que el restaurante, el hotel es una experiencia magnífica", concluye.