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Abilia sigue la tendencia de las oficinas boutique

Prado Sur 250 es un proyecto de oficinas de la Ciudad de México que tiene 7,100 metros cuadrados de área rentable y certificación LEED Oro.
jue 05 diciembre 2013 05:09 PM
Corporativo avilia 4
Corporativo avilia 4 - (Foto: Cortes�a Corporativo Avilia)

Para ser uno de los mejores corporativos en materia inmobiliaria hay que  estar a la vanguardia y predicar con el ejemplo. Bajo esa convicción, en 2011 Abilia comenzó una etapa de renovación que lo llevó a proyectar un nuevo hogar en Prado Sur 250, al poniente de la Ciudad de México, y hoy cuenta con certificación LEED Oro. La arquitectura estuvo a cargo del despacho KMD Architecs México, y de los interiores se hizo cargo el arquitecto Alejandro Bernardi.

El arquitecto Carlos Padilla, representante de Abilia, describe a Prado Sur como un proyecto de exclusivas "oficinas boutique", con 7,100 m2 de área rentable que tiene construidos 28,000 m2 y cuenta con 462 cajones de estacionamiento.

Un esqueleto visible

Para el diseño de interiores de las oficinas, la inmobiliaria Abilia decidió contratar los servicios de Alejandro Bernardi.De acuerdo con Bernardi, la prioridad fue lograr la certificación LEED (certificación de Edificios Verdes de Estados Unidos) en interiores.

Los materiales se usaron centrándose en que no tuvieran ni acabados ni barnices tóxicos, y que sus procedimientos tampoco lo fueran. La mayoría de los materiales son de procedencia nacional, excepto el mármol del acceso, donde se usó uno de origen brasileño que funcionó como regulador de cantidad lumínica, pues baja la intensidad de la luz por su tono oscuro.

Por el aspecto sobrio, que provoca un ambiente serio que incluso ayuda a bajar el volumen de la voz, ese material se utilizó en la sala de juntas, la sala de exhibición de proyectos, el consejo y la recepción.  

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Las oficinas tienen una planta abierta y una fachada doble ventilada, además de una estructura que es "atractiva y estética". Pensaron que debían mantener toda la estructura expuesta y de alguna manera mostrar los procesos de construcción dentro del mismo espacio arquitectónico.

Para permear el diseño de un toque moderno se empleó louver, también conocido como persianas exteriores, cortasoles o celosías de aluminio. Este material es idóneo para su instalación en construcciones con requerimientos específicos relativos a ventilación, iluminación, diseño o ahorro de energía.

Carlos Padilla explica que la decisión de utilizar louver es que querían un aspecto "muy industrial" y en lugar de plafones de tabla roca colocaron láminas de louver, que parece una reja de entrada a un edificio que da una vista diferente de mucho más modernidad, además de que facilita las labores de mantenimiento.

Cortesía Corporativo Avilia

Diseño igualitario
En respuesta a la demanda de la compañía que pidió que los espacios fueran iguales para todas las personas que laboran ahí, se utilizó mobiliario de perfil muy bajo, "para provocar el contacto visual", cuenta Padilla.

Áreas comunes y mesas de trabajo en cada cuatro escritorios y las salas de juntas abiertas y transparentes también están presentes para tener una charla informal o bien atender a un cliente.

"Se decidió que todos los privados tuvieran el mismo tamaño a pesar de la jerarquía, para estimular la igualdad entre la gente.  Al mismo tiempo, la imagen hacia el visitante es de transparencia en los procesos y de calidad en los mismos", explica Bernardi.

En estos espacios se utilizó –para disminuir el ruido de las pisadas, el movimiento de mobiliario o la caída de algún objeto– una alfombra, y para ayudar a la dispersión de la luz se escogieron tonos grises más claros.

Al llegar a las oficinas de Abilia, el recorrido parte de lo público a lo privado.
El primer plano es una costilla de áreas de exposición de proyectos, recepción y archivo; después viene el primer filtro que es el área de sala de juntas; enseguida  un área abierta; y a la altura de la calle en Prado Sur, los privados.

Cortesía Corporativo Avilia

Muebles para la sostenibilidad
Uno de los puntos para la certificación de interiores es que el mobiliario esté libre de sustancias tóxicas y que su proceso sea amable con el ambiente. Jaime Micha, coordinador de proyectos de la empresa Haworth by Papsa, dice que el mobiliario tiene una garantía de por vida en la mayoría de su partes y que cumplen con las especificaciones que aportan puntos para conseguir la certificación.

"En áreas abiertas se instaló mobiliario a base de panelería, con guardados traslapados y guardados bajos en combinaciones con laminados imitación madera, de colores oscuros que contrastan con el color blanco, y textiles rojos con blanco", detalla Micha.

Con el mobiliario se busca también que la convivencia y el diálogo entre las personas que laboran ahí sea eficiente y se traduzca en más efectividad y mejores ideas a la hora de trabajar.
 
Iluminación
Para lograr eficiencia energética, el despacho de arquitectura utilizó tecnología 100% led. La normatividad vigente permite el uso de 14 vatios por metro cuadrado y el despacho procura estar por debajo de esa norma. En este caso el ahorro será cercano a 45 %.

Idearon como luz general en las áreas abiertas una gran lámpara dentro de un louver, que proviene de un falso plafón, dice Kai Diederichsen, director de Luz
en Arquitectura.

"Cuidamos que la luz estuviera donde se necesitara", dice. Para lograrlo, en la zona de maquetas utilizaron luz general con acento, en los privados luz directa/indirecta con una lámpara personalizada, y para la zona de cafetería una luz más suave.

Cortesía Corporativo Avilia

Reloj astrológico y acústica
Diederichsen cuenta que la certificación LEED exige el cumplimiento de un prerrequisito que es tener control de la iluminación, y para conseguirlo se colocó un reloj astrológico que controla los encendidos y los apagados del edificio.

"Lo que hacemos es integrar un tablero central que tiene conectado un reloj astrológico. Sólo un  circuito se queda encendido, una especie de luz de emergencia para que el policía haga sus rondines y utilice el mínimo de energía", detalla.

El proyecto se delineó además para que la acústica del lugar permitiera trabajar sin distracciones. El especialista en acústica Omar Saad explica que su proyecto "no era evitar el ruido, sino que no distrajera".

Cuando alguien habla, explica Saad, se genera de manera electrónica un ruido de fondo uniforme y parejo que el cerebro detecta. Cuando un sistema acústico está bien hecho, confunde ese sonido con el aire acondicionado, lo que ayuda
a concentrarse en el trabajo y conserva la privacidad de cada empleado.

Otra de las cualidades de las oficinas de Abilia es que casi no descargará aguas negras, pues el agua reciclada servirá para baños y para el sistema de enfriamiento del aire acondicionado.  

Desde el inicio de la construcción Abilia recicló 60% de los residuos de construcción y aplicó un plan de control de erosión, lo que resultó en muy poca generación de polvo durante la obra. 

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Arquitectura

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