Restaurante Sato, un lugar de alta cocina japonesa
El restaurante Sato, proyecto y construcción de Taller5 Arquitectos de los arquitectos Octavio Arreola C. en León, Guanajuato, fue construido en un área de 362 metros e incorporado al plan estratégico de la remodelada Casa de Piedra. Tuvo un costo aproximado de 300,000 dólares.
Concebido como un lugar de alta cocina japonesa, conjuga conceptos de exhacienda con aires cosmopolitas. Su lenguaje arquitectónico dignifica el concepto de lo natural gracias a las gamas de colores neutros, la desnudez y sobriedad de sus materiales.
El salón principal es delimitado con una jardinera perimetral que desata todos los sentidos por su inusual condición. De forma controlada, al interior recrea las inéditas conformaciones de estalactitas y estalagmitas de madera a punto de su consolidación como columnas, aludiendo a una carrera gastronómica que gota a gota se va solidificando dentro de un género de paladares exigentes.
Sus dos salones principales están conectados por una ligera frontera creada por un desnivel y un espejo de agua con un planteamiento en planos seriados a base de láminas de piedra laja, recreando un horizonte rocoso.
La barra principal sugiere la conexión entre dos áreas diferentes, su proporción alargada se adecuó al burdo manejo de piedra corteza en modulaciones cuadriculadas, que dialoga constantemente entre laminados de madera gris, así como el desenfadado trazo de su papel tapiz.
El mobiliario fue diseño propio de Taller5 Arquitectos, pues no encontraron sillas que dieran la medida óptima para la distribución de comensales en las planchas.
La cocina usa luces ahorradoras; las planchas y ciertos remates, halógenos; y el resto del restaurante, ledes.
