El triángulo Chanel
Paredes pintadas a mano con oro y plata, cortinas de seda, bordados con perlas o azulejos de cuero metalizado son sólo algunos de los detalles del exquisito lujo de la tienda que Chanel inauguró a inicios de marzo en el número 51 de la avenida Montaigne de París.
Como todas las tiendas de esta marca, la boutique, de 600 m2, fue diseñada por el arquitecto neoyorkino Peter Marino y su equipo de 160 arquitectos en Estado Unidos.
Este nuevo espacio es la tercera boutique en la misma avenida, con lo que se crea el llamado ‘Golden Triangle’ donde se exhibe la moda pret-a-porter de la marca.
Inspirado en el departamento privado de la modista Gabrielle Bonheur, mejor conocida como Coco Chanel, la boutique de dos niveles se distingue por sus materia- les y texturas, las líneas limpias en el diseño y los colores crema y negro, emblemáticos de la firma.
“En términos de materiales, esta es una propuesta nueva para Chanel”, señala Marino. Además de las cortinas, los bordados y los azulejos, en el primer piso se extiende una sala de doble altura con tweed de oro y candelabros de Goossens, además de detalles de oro también en las alfombras de lana, que conviven con el piso de granito negro con incrustaciones de cristal.
El recorrido sigue con una escalera de mármol blanco en cuyo fin luce la pieza Collier d’or Blanc, un collar de vidrio del artista Jean Michel Othoniel. En el mismo piso hay tres salas que muestran piezas de alta moda.
Obras de arte de Olga Amanar, espejos y mesas de Ingrid Donat, la escultura La Gloire de Johan Creten y el trabajo de Peter Dayton se exhiben entre maniquíes y aparadores que se posan junto a sillas bañadas en oro, mobiliario de ébano y una mesa Luis XVI original, lo que crea un ambiente suntuoso en medio de una iluminación cálida.
El concepto convierte a la tienda en una insignia sobre las dos ubicadas en el mismo corredor.
