Tapetes hechos a mano, raíces de una tradición
Una familia de artesanos, tejedores y artistas de origen iraníe-mexicano ha dedicado cinco de sus generaciones a la creación de arte oriental, especialmente de tapetes hechos a mano, un negocio que ahora se expande y se establece formalmente tanto en Asia como en México, manteniendo intacta la técnica original del oficio.
Su obra formó parte de la más reciente edición de Expo Habitat, en el World Trade Center de la Ciuda de México, realizada a finales de mayo.
El sueño comenzó con Nima Partow, integrante de la tercera rama genealógica de dicha familia, apasionada del arte y del comercio, quien decidió cruzar fronteras y comercializar su producto.
Hoy en día, su hijo Dima Partow es quien está al cargo de la empresa PARTOW, cuyas oficinas están ubicadas en Santa Fe, en la Ciudad de México, y sus talleres en Pakistán e India.
El proceso de elaboración de cada uno de los tapetes es complejo, pues se realizan e importan desde telares y talleres de los países asiáticos hasta México, donde sólo se hacen reparaciones.
Nota: Celosías, luces... acción
Los materiales principales son el cáñamo, que es la planta Cannabis Sativa, o, coloquialmente conocida como marihuana; también se emplea algodón, lana de borrego, seda, fibras de plátano, bambú, fibras de plátano, entre otros.
Las dimensiones son variadas, muchas de ellas trazadas al gusto de los clientes que las piden, y cuentan con diferentes diseños. Cada uno de estos tapetes es hecho a mano -tomando como máximo 3 o 4 tejedores por pieza-.
"Un tapete da la pauta a absolutamente todo dentro de un espacio interior; es la percha. Una persona que sabe armonizar con tapetes tiene una gran herramienta de su lado", comentó Diba Partow en entrevista con Obras.
Estos tapetes, en su mayoría, se encargan para salas, comedores y estancias.
"Los artesanos, algunos de ellos artistas, pintan en un mapa (hoja cuadriculada utilizada por arquitectos) del tamaño del tapete, y ahí van escalando el diseño deseado. Ya cuando está hecho el bosquejo, el trabajo pasa a los tejedores , quienes van copiando el mapa con sus nudos a mano", señaló Partow.
Una de las actuales propuestas de diseño es precisamente la adaptación a tejido de graffitis.
FOTOS: Cortesía PARTOW
"Siempre estoy buscando diseños nuevos; siempre estoy haciendo diseños nuevos, inspirándome en cortezas de árbol, piedras, dibujos propios, en graffitis, muchos de ellos 'olvidados' en las calles de México y Estados Unidos", indicó el emprendedor.
Los temas que inspiran a Diba son las piezas de colección antiguo, los museos de Pakistán, así como los castillos de Irán e India.
"Veo diseños antiguos y los trato de acoplar un poco con los tonos y cosas modernas que hoy en día vemos", afirmó.
Sobre el intercambio cultural entre estos lugares y México, el empresario afirmó que es moderado, pues "a fin de cuentas, la base es la misma: la familia. Son países muy similares en todo; en gobierno, gente, artistas, avances, cultura; son países de cultura e historia muy fuertes. Diferentes religiones y diferentes personas, tal vez, pero mismas raíces".